Ahí está, con su copa repleta de hojas, mientras proyecta su sombra en el cruce de la calle Alcalde José María Corona con Cúchares, en el barrio de Ardira.

Carlos Gallardo, que trabaja a pocos metros, en la farmacia del barrio, explica que el ficus lo plantó junto con un compañero, después de pedir permiso por teléfono al Ayuntamiento: «El ficus lo plantamos hace unos 30 años entre mi compañero y yo. Esto era todo terrizo y llamamos al Ayuntamiento. Lo plantamos para poner mi coche debajo y que le diera sombra».

El árbol echó raíces, tantas que con el paso del tiempo, comenzó a levantar la acera y a convertirse en un problema para quienes trataban de cruzar por el paso de cebra de enfrente, casi bloqueado del todo por el ficus.

«Por este lado una silla de ruedas no pasa, y por el otro se ve negro porque tiene que girar. Las losas se van levantando y hay tropezón seguro», resume Salvador, vecino del barrio.

A su lado está Enrique Pérez, también vecino, que resalta el número de personas mayores que ya se ha caído por las aceras levantadas. «Acaban de arreglarlas, pero al tiempo vuelve a levantarlas, ya las han arreglado muchas veces».

Para completar esta peligrosa gymkhana para el peatón, desde hace meses, junto al ficus, descansa un alcorque vacío, con un cono de tráfico en el centro para evitar más caídas .

«Así lleva meses», apunta Carlos Gallardo, que explica que ningún árbol ha sobrevivido ahí, «porque debajo hay hormigón, se seca y en cuanto lo toca un gracioso, se cae, da igual lo que plantes».

En ese momento, Juan, en silla de ruedas eléctrica, sube con dificultad por el rebaje del paso de cebra, junto al ficus. «Una persona en silla de ruedas de mano no sube, le tendrían que empujar», señala. A su lado, Remedios Moncayo, que lleva 51 años en el barrio, pide directamente que quiten el ficus, «porque aquí se ha caído una pila de gente, arreglan la acera y al rato se levanta».

Para Enrique Pérez, la solución es talarlo o trasladarlo, mientras que Carlos Gallardo, que plantó el ficus hace tres décadas, dice que «si quitan el árbol lo sentiré, pero este es un barrio de personas mayores, con dificultad para andar y es un problema que pasen por aquí y se caigan».

Todos los vecinos consultados piden además que el alcorque vacío se elimine de una vez, pues en él ningún árbol ha prosperado, el último de ellos, un limonero.

Respuesta de Parques y Jardines

El responsable de Parques y Jardines, Javier Gutiérrez del Álamo, señaló ayer que su área no ha recibido ninguna queja con respecto al ficus y el alcorque vacío y pidió a los vecinos que envíen la petición por escrito.

En todo caso, subrayó que un ficus de 30 años, no podría trasladarse, «y talar un árbol de ese porte tiene que estar muy justificado y siempre lo pasamos por la comisión de Medio Ambiente». El director de Parques y Jardines destacó que no es partidario de esa medida: «A ver si es posible salvar el árbol con algún tipo de pavimento», indicó.

También apuntó que se puede hablar con Tráfico, para estudiar la posibilidad de trasladar el paso de cebra.