El Grupo de Protección de la Naturaleza (GRUPRONA) de la Policía Local de Málaga, en una intervención conjunta con una patrulla de la Jefatura de la Policía de Campanillas, han intervenido una partida de diez piezas de atún rojo con casi mil kilos de peso, almacenadas en un vehículo sin refrigeración.

La mercancía se encontraba en una furgoneta Fiat Ducato, aparcada en el polígono de la Huertecilla, que despertó las sopechas de los agentes de Campanillas al despedir un fuerte olor a pescado.

Tras una vigilancia pasiva por parte de la patrulla de Campanillas y, tras aparecer el propietario y conductor, le solicitaron que abriera la furgoneta, pudiendo comprobar que contenía 10 piezas de atunes rojos (thinvos thunvos) de gran tamaño, cubiertos con plásticos, sin ningún tipo de refrigeración.

Tras revisar la documentación del vehículo, se pudo comprobar en su ficha técnica que no era apto para el transporte de mercancías perecederas.

Se requirió la presencia de la Unidad de Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía para tramitar la sanción, siendo intervenidas las 10 piezas de atún, que una vez pesados, marcaron un total 987 kilos.

Según manifestaciones del propietario de la furgoneta, quien asumió a su vez la propiedad de los atunes, la mercancía procedía de la costa de Cádiz, más concretamente de Tarifa. El destino de este pescado era el mercado alimentario, estimándose un precio de venta 10 euros el kilo, lo que hubiera supuesto unos ingresos de 9.870 euros, después de que abonase 4 euros por kilo, algo menos de 4.000 euros.