La Diputación ha interpuesto un recurso ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo para proceder al desalojo forzoso del Museo Taurino de Juan Barco, que sigue instalado en el céntrico edificio de la plaza del Siglo, a pesar de su acreditada morosidad.

Tras constatar que el empresario extremeño no tiene intención de abandonar el edificio, a pesar de los continuos requerimientos por parte de la Diputación, a la que adeuda el pago del canon correspondientes de la cesión del edificio desde la inauguración del museo, la institución provincial ha decidido ir por la vía judicial para forzar su desalojo. Así lo constata un decreto emitido por la Diputación, con fecha del pasado 26 de julio, al que ha tenido acceso este periódico, y en el que se solicita al juez que autorice "la entrada en el domicilio de la Colección Juan Barco" para cumplir con el acuerdo adoptado en el pleno de la Diputación. Cabe recordar, que en la sesión ordinaria correspondiente al pasado mes de abril, todos los grupos políticos acordaron por unanimidad la rescisión de la concesión demanial con Juan Barco.

De esta manera, el futuro del Museo Taurina queda ahora a expensas de la decisión que tome un juzgado. Dada la experiencia acumulada en el pasado con Juan Barco, nada hace prever que el empresario extremeño dé un giro en su actitud y abandone el edificio del antiguo Patronato de Turismo por lo que el museo seguirá funcionado hasta que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo dicte una resolución sobre si da el visto bueno al desalojo forzoso o desestima el recurso interpuesto por la Diputación. Barco lleva explotando el edificio desde el pasado marzo de 2015 y ha acumulado, desde entonces, una deuda con la Diputación que supera los 153.000 por el impago del canon correspondiente a la concesión demanial del edificio. Además, en todo este tiempo, tampoco ha hecho frente al pago del IBI correspondiente.

A raíz de último capítulo que se suma a una larga lista de desencuentros entre la Diputación y Juan Barco, el portavoz socialista de la institución provincial, Francisco Conejo, ha reiterado que "el museo taurino ha sido un estrepitoso fracaso desde el primer minuto de la gestión de Elías Bendodo al frente de la Diputación". Para Conejo, la judicialización de este asunto confirma que "ni siquiera el empresario entrega el edificio por las buenas y hay que recurrir a la vía judicial". "Es lamentable que Bendodo permita que un particular ocupe irregularmente un edificio público de más de 1.500 metros cuadrados. El Museo taurino empezó siendo un museo okupa al tenerlo abierto sin contrato y termina nuevamente como museo okupa al estar rescindida la cesión del inmueble por acuerdo de pleno", ha añadido. "Algún día Bendodo tendrá que explicar por qué se cedió este edificio para este museo sin tener garantías del empresa que se le adjudicaba", ha sentenciado.