­­Los turistas no son los únicos que visitan las costas malagueñas cada verano. Los 200 kilómetros de playa que tiene la provincia son también un gran atractivo para centenares de especies marinas como tortugas, delfines, ballenas, calderones, zifios, rorcuales o anguilas, que acuden con la llegada de la primavera y el estío.

La temporada suele coincidir con la época de apareamiento o desove de algunas especies, aunque algunos se agrupan y se quedan de forma estable. Según Juan Antonio López, experto en pesca y acuicultura del Aula del Mar, podemos encontrar hasta 25 especies diferentes de mamíferos. En el caso de los delfines suelen transitar el mar todo el año, pero durante el verano aumenta la natalidad.

La bahía de Málaga y Estepona presentan los «caladeros más ricos de todo el mediterráneo». Su cercanía con el Océano Atlántico y el Estrecho de Gibraltar, provoca que haya un flujo de corrientes y las aguas sean muy ricas en plancton. La abundancia de alimento hace de «efecto llamada» para herbívoros y depredadores que siguen los bancos de peces.

En verano proliferan las poblaciones de jureles, sardinas, caballas, atunes, pescadillas, merluzas y boquerones principalmente.

Durante la época estival se produce un aumento significativo de las tortugas bobas y tortugas laúd procedentes de las costas africanas y caribeñas. El número de especies que visitan la bahía es difícil de cuantificar y depende de la temporada de cría, el clima y los temporales, asegura Juan Antonio López. En su mayoría, las criaturas provienen del Mar Cantábrico, Mar del Norte y de los tres puntos cardinales del Océano Atlántico.Tiburones

El mar Mediterráneo es una zona de paso entre las aguas cálidas y las frías y por ellas pasan muchas criaturas, incluyendo los tiburones. El Centro de Recuperación de Especies Marinas, CREMA, ha contabilizado 15 especies distintas en el mar de Alborán. La mayoría son «tiburones abisales»que viven en alta mar y a mucha profundidad «por eso no coincidimos con ellos y no hay riesgo alto de encontrarlos», explica Juan José Castillo, investigador del CREMA. Los tiburones más comunes que se pueden encontrar en la costa son pintarrojas, cazón, tintoreras o algún que otro tiburón tigre o angelote.

El miedo de los seres humanos hacía estas especies es infundado. Juan Antonio López sostiene que «el hombre es más peligroso para el tiburón. Nosotros comemos más tiburones que ellos hombres».

En julio el barco Esperanza de Greenpeace alertó de que el exceso de urbanización ha provocado la destrucción del 75% de la costa. Este hecho forma parte de una problemática más extensa y grave que está afectando a la biodiversidad del ecosistema marino.

Juan José Castillo, veterinario del Centro de Recuperación de Especies Marinas, dice que a lo largo de todo el año se han registrado cuarenta varamientos solo en Málaga. Aunque el experto asegura de que «se trata de una cifra normal» ,la mayoría de los ejemplares recogidos estaban muertos y eran delfines.

Solo dos delfines y una tortuga fueron hallados con vida. En el caso de los delfines, es llamativo como la población está mermando. El investigador del CREMA apunta a la contaminación química (petróleo y otros vertidos) de las aguas como una de las principales causas. Los metales pesados que hay en el mar se acumulan con el tiempo en el organismo de estos seres vivos, en concreto en los tejidos de reserva. Estos tejidos son utilizados por los delfines cuando no encuentran alimento. Su sistema inmunitario se debilita si las sustancias tóxicas pasan al torrente sanguíneo. Los delfines no son los únicos afectados por la contaminación, otros cetáceos como las ballenas o los calderones también están perjudicados.

Las criaturas marinas se ven obligadas a competir por el alimento. La sobrepesca de los grandes barcos pesqueros que no se dedican a la pesca exclusiva o artesanal, no cuidan los ejemplares que seleccionan y cazan peces alevines o inmaduros.

Los desechos marinos o detritos plásticos se acumulan en la línea costera. Los desperdicios de la vida humana que se arrojan al mar pueden tardar en degradarse cientos de años. El aumento de los residuos plásticos se ha convertido en un problema, muchos no son biodegradables y supone una seria amenaza para aves marinas, reptiles, peces y mamíferos.

Protección y concienciación

El Aula del Mar y CREMA, en colaboración con el Ayuntamiento de Málaga, han desarrollado muchas líneas de trabajo destinadas a proteger la biodiversidad marina. Son múltiples las campañas de concienciación y conservación de las costas. Destacan las tareas de sensibilización infantil y los talleres del museo Alborania que promueven en los más pequeños la toma de conciencia crítica hacia los problemas ambientales.

El Aula del Mar también dirige sus proyectos a otros públicos, como turistas, hosteleros y pescadores. Alertan a los pescadores de las consecuencias que conlleva la captura de inmaduros y cooperan para liberar a los animales que caen en las redes de pesca.

Las especies de la bahía de Málaga

1. El equipo de veterinarios del CREMA rescata a un calderón varado en la playa y le suministran los primeros auxilios antes de trasladarlo al centro.

2. El CREMA ha rescatado dos tortugas marinas en lo que va de año.

Durante el verano incrementa el número de tortugas bobas y laúd en nuestras costas

3. Cría de foca de casco propia del Océano Glacial Ártico encontrada en Málaga. El animal podría haber llegado desde el Ártico arrastrado por las corrientes marinas

4. La época estival coincide con la temporada de nacimientos de los delfines. Los delfines suelen transitar las aguas del Mar Mediterráneo todo el año.

5. El flujo de corrientes procedentes del atlántico y del Estrecho de Gibraltar hace que el Mar de Albarán sea una zona rica en fitoplancton y zooplancton

6. La riqueza de la flora marina atrae a los herbívoros y depredadores marinos.

7. Pez chivita, presenta unos bigotes característicos en la parte inferior de la cabeza, tiene la cola y una línea a lo largo del cuerpo de color amarillo. Mide entre 12 y 24 centímetros y habita en fondos arenosos.

8. El delfín común y el delfín mural son los más usuales de encontrar en las playas malacitanas.