La emigración es un fenómeno íntimanente ligado a la historia de España. Salir a otros países a asegurarse un trabajo y una vida mejor es una historia que se ha repetido en miles de familias. Europa, Sudamérica e incluso destinos lejanos como Australia han estado recibiendo a miles de españoles, especialmente en aquellas décadas del siglo XX en las que se presentaba como única salida para sobrevivir. Con la llegada de la democracia el fenómeno fue disminuyendo hasta que la crisis económica volvió a empujar a los más jóvenes fuera de nuestras fronteras. Pero también están los que deciden que quieren poner fin a su aventura lejos de sus orígenes y deciden volver. Y su cifra, en el caso de la provincia de Málaga, no deja de crecer.

Así lo ponen de manifiesto los últimos datos publicados por el Ministerio de Empleo, que reflejan, en el Anuario correspondiente al pasado 2016, que el número de emigrantes que han regresado a la provincia ha alcanzado su cifra más alta desde el año 2007. De hecho, desde que empezó esta última década los malagueños que han optado por volver a su lugar de origen se ha incrementado un 82%, pasado de los 826 que se dieron de baja en oficinas consulares del extranjero para inscribirse en Málaga a los 1506 que lo hicieron el año pasado. La provincia es además la que más emigrantes retornados recibe de toda Andalucía y su cifra supera incluso al total que suman comunidades como Castilla la Mancha. La crisis económica que no sólo ha afectado a España y los síntomas de recuperación que empieza a mostrar el país, con más potenciales oportunidades en provincias con una economía dinámica como Málaga, ha hecho que sean muchos los que opten por la vuelta, sin olvidar que son muchos los trabajadores que deciden regresar a su tierra una vez que alcanzan la jubilación.

Por procedencia, la mayoría procede de América del Sur, seguidos del continente europeo -473 de ellos de países de la Unión Europea-. Las dificultades que encuentran en estos países, que también han sufrido y sufren problemas económicos y otras circunstancias como el caso del brexit en Reino Unido, están haciendo que el billete de vuelta sea una opción que cada vez se elige más. De hecho, la cifra de emigrantes retornados de la UE se ha incrementado en la provincia un 60% en el periodo comprendido entre 2010 y 2016. Más llamativo ha sido el aumento vivido por los emigrantes que regresan de América del Sur, con problemas de desempleo y una situación política muy complicada, que prácticamente se han duplicado desde 2010, pasando de los 334 que se volvieron hace siete años a los casi 650 que lo hicieron el ejercicio pasado. En la misma situación, con números más bajos sin embargo, están otros destinos como Asia o América del Norte, mientras que en el caso de África se ha triplicado.

El hecho de que muchos decidan regresar no significa que la emigración haya caído en la provincia. Desde que comenzó la crisis económica, la cifra ha ido en aumento, con una subida del 75% desde el año 2009. Los últimos datos de inicios de este año indican que son más de 60.900 los malagueños residentes en otros países, con Argentina, Francia, Marruecos, Reino Unido y Alemania como los principales destinos.