Decenas de pacientes malagueños con cáncer de vejiga se han quedado sin tratamiento contra su enfermedad por la falta de suministro a nivel estatal.

Tras la denuncia de un paciente al que le ha sido cancelado el final del tratamiento en el Hospital Clínico, fuentes del centro sanitario informaron ayer de que el problema es nacional y que la propia Agencia Española del Medicamento informó hace unas semanas de esta incidencia. Así, según ha podido comprobar este periódico, en la web de este organismo dependiente del Ministerio de Sanidad, con fecha 25 de julio, se explica que, «de los tres medicamentos autorizados en España que contienen BCG en polvo para suspensión intravesical, solo ONCOTICE 2-8 x 108 UFC polvo para suspensión intravesical (...) estaba abasteciendo la totalidad del mercado. Los otros dos medicamentos no están disponibles, ya que uno se encuentra en suspensión temporal y el segundo tiene problemas de suministro hasta abril de 2018».

Por este motivo, la empresa farmacéutica fabricante, Merck Sharp & Dohme de España, informó de un retraso por problemas en la planta de envasado y que a partir del 21 de agosto el suministro se restablecería. Ante estas circunstancias, desde la Agencia española informan de que a los pacientes que estén en régimen de mantenimiento se les «suspenderá» la administración de BCG hasta que haya una mayor disponibilidad de producto y que «se debe priorizar el inicio del tratamiento con BCG en función del riesgo».

La dirección del hospital Clínico lamentó ayer las molestias ocasionadas a los usuarios e indicó que los afectados pueden dirigirse al servicio de Urología para ver las distintas alternativas mientras se resuelve la incidencia. Uno de los afectados, Francisco Javier Morales, denunció ayer la situación de «desesperación» que padece a consecuencia de la cancelación del final de si tratamiento. «Esto no es un dolor de cabeza o que deje de haber aspirina. Tengo cáncer y me han cancelado la quimioterapia porque no hay», agregó el hombre, que señala que es la segunda vez que se somete a este tipo de tratamiento, ya que con anterioridad en 2013, padeció un cáncer de vejiga en el que ahora ha recaído.

Tras volver a serle diagnosticado a principios de año, los urólogos que le atienden en el Hospital Clínico le informaron de que en esta ocasión debía ponerse seis sesiones de esta quimioterapia para eliminar una mancha en la vejiga, y tres más tras un breve periodo de descanso para mantener el órgano «limpio». Estas tres últimas son las que no podrá darse, al menos de momento.

«Tenía las fechas desde hace meses. Para el 18 y el 25 de agosto y para el 1 de septiembre. Diez días antes me llamaron y me dijeron que cuando vaya a la consulta del urólogo en octubre le explique que no me las he podido dar», se lamentaba ayer este malagueño de 55 años que teme que su enfermedad se reproduzca o vaya a más al no haber completado el tratamiento prescrito por sus médicos. La explicación de la persona que le llamó por teléfono fue que se suspendía el tratamiento «por falta de medicación». «No por falta de presupuesto, sino que no hay tratamiento», criticaba.

Ante esa situación, ayer mismo puso una reclamación en el Hospital Clínico y otra en la Delegación de Salud, donde le informaron de que hay más afectados. «No entiendo la falta de previsión entonces qué pasa, ¿se muere la gente porque el tratamiento se ha gastado?», se preguntaba Morales, que espera recibir en los próximos días una llamada en la que le comuniquen que se restablece el tratamiento, en el que tiene depositadas todas las esperanzas para salir de nuevo de esta enfermedad oncológica.