­Deja atrás la autoridad que le confiere su bagaje acumulado en la política e insiste, en actitud machacona, que sólo es la cabeza visible de un proyecto vertebrado en toda la provincia y que se fragua entre las bases. Didáctico y nada pretencioso, desgrana un proyecto en el que las decisiones van desde las casas del pueblo hacia la ejecutiva y no al revés. «Tenemos que recuperar nuestra esencia para volver a ser la primera fuerza en la provincia», dice.

¿En qué se diferencia el PSOE de Málaga que usted anhela del actual?

Nosotros defendemos un PSOE de la militancia. El volver a las raíces de las casas del pueblo. Queremos recuperar la participación ciudadana y estar dentro de la sociedad malagueña. Dentro de las asociaciones de vecinos y de las ONG. El PSOE no puede ser solamente una institución política que está para unas elecciones. Tiene que estar en el día a día y, a partir de ahí, hacer sus propuestas políticas. En definitiva, estar dentro de la estructura de la sociedad malagueña.

¿Cree que ha habido una desconexión entre el partido y la militancia en los últimos años?

La militancia ha estado apartada de la dirección del partido y nosotros queremos que vuelva a ser la base. Que se convierta en la columna vertebral del PSOE de Málaga. Que las inquietudes y las iniciativas políticas vengan de abajo hacia arriba. Que no sea algo que venga porque sólo lo diga una ejecutiva provincial.

¿Qué le ha llevado al final a dar el paso para volver a la primera línea de la política?

Porque a nuestro movimiento nos urge presentar esta candidatura. Estamos trabajando desde octubre de 2016 muchos compañeros, y de una forma muy unida. Creemos que el partido en Málaga necesita abrirse y estar en contacto con los malagueños. No nos hubiéramos perdonado el no intentarlo, al menos.

¿Cómo se recupera esa fuerza en las urnas que se ha perdido?

Estamos trabajando en un proyecto de cambio de modelo político a nivel federal, en el que nosotros hemos defendido el modelo de partido del que nos hemos dotado en el 39 Congreso, y que ahora queremos aplicar también en la provincia de Málaga.

¿Percibe usted reticencias en los cuadros autonómicos y provinciales a la hora de asimilar algunas resoluciones adoptadas en el 39 Congreso?

Nosotros no vemos nada en contra de compañeros. Lo que sí pensamos es que, en ese movimiento que iniciamos en octubre, el de romper contra la estructura de los barones y marqueses, nosotros sí somos los más apropiados para implantarlo a nivel provincial.

¿Es partidario de someter las decisiones importantes al voto de la militancia?

La estructura organizativa y de decisión tiene que venir de abajo hacia arriba. Eso significa, por ejemplo, que si hay una forma de gobernar el Ayuntamiento de Málaga con otra fuerza política, pues se preguntaría a la militancia.

¿La candidatura de Rafael Fuentes es la candidatura de Pedro Sánchez en Málaga?

No. Nuestra candidatura es la candidatura conjunta de la militancia que defiende un cambio y comparte la ilusión por una estructura que sea de abajo hacia arriba. Nosotros no somos una persona sino que somos un grupo, que ahora lo lidero yo, pero que lo podía haber hecho cualquiera de los que lo integra. Y estamos vertebrados en toda la provincia.

¿Pero no ha hablado con Pedro Sánchez?

Mandé un mensaje a todos mis secretarios generales para comunicarles la decisión que habíamos tomado. En todo caso, pienso que Pedro Sánchez, Susana Díaz y Miguel Ángel Heredia están haciendo lo que tienen que hacer, que es garantizar la igualdad para que la militancia vote a quien considere.

¿El PSOE de Málaga está dividido?

De lo que estoy convencido es de que, sea quien sea el próximo secretario general, el PSOE saldrá unido. Nosotros no vamos con la intención de romper nada, todo lo contrario. Somos compañeros y amigos. Obviamente, tenemos diferencias ideológicas y organizativas. Eso es lo que le vamos a presentar a los compañeros.

Si gana las primarias, ¿usted optaría por integrar a sus rivales en la urna?

Desde luego. Nosotros entendemos que el partido tiene que ser representativo en relación a sus distintas sensibilidades. Y las distintas sensibilidades tienen que estar representadas en la ejecutiva.

José Luis Ruiz Espejo también reclama que es el candidato de las bases.

No hombre. La candidatura de la militancia es la nuestra, que no hemos variado de nuestros planteamientos desde que formamos la plataforma en octubre. La candidatura de la militancia la encabezo yo.

¿La falta de experiencia en puestos de gestión que presentan muchas de las personas que le acompañan es un agravio?

Yo pienso que no. Tenemos a compañeros que han estado en las ejecutivas provinciales y locales, o que están en el comité director del PSOE de Andalucía. Tenemos un elenco de compañeros de gran trayectoria política y profesional.

¿A usted se le caerían los anillos si tiene que pactar con otras fuerzas políticas? ¿Podemos, por ejemplo?

Para nada. El PSOE es un partido con 140 años de historia y que tiene su programa propio. Pero somos un partido progresista y de izquierdas, y si tenemos que pactar, siempre anteponiendo nuestro programa, por supuesto.

¿Qué objetivos electorales se marcaría?

En la provincia hemos bajado de tener 360.000 votos a 200.000. Y no digo que sea culpa de una persona, sino que se trata de una responsabilidad colectiva. Tenemos que recuperar nuestra esencia para volver a ser la primera fuerza política en la provincia. Y para eso tenemos que ser un partido unido.

¿Daniel Pérez sería su candidato a la Alcaldía de Málaga?

Eso lo tendrán que decidir las agrupaciones. Dicho esto, sí creo que Dani Pérez está haciendo un buen trabajo como portavoz.

¿Francisco Conejo mantendría con usted el mismo protagonismo que tiene ahora?

No. Nosotros hemos defendido, y seguimos defendiendo, que no pueden prevalecer las decisiones personalistas y sí las decisiones que vengan de abajo a arriba.

Susana Díaz puede contar con su lealtad si sale elegido como secretario general.

Con la mía no, con la nuestra. Por supuesto.