El sindicato UGT ha pedido al Servicio Andaluz de Salud (SAS) que restablezca el antiguo concierto de mantenimiento de ascensores de los hospitales malagueños tras el desgraciado accidente ocurrido el domingo en el Hospital de Valme (Sevilla), donde tras fallar un elevador este seccionó a una joven que acababa de dar a luz y a la que un celador estaba trasladando en camilla desde los quirófanos y hasta la planta de hospitalización.

El secretario de Organización de UGT Málaga, Juan Miguel Contioso, solicitó a la Junta que se vuelva al anterior modelo de mantenimiento en el que una empresa se ocupaba permanentemente de revisar los ascensores «para evitar que pase algo similar a lo ocurrido en Sevilla», dijo.

Según Contioso, el actual modelo de mantenimiento, que data de hace unos meses, hace una vigilancia menos exhaustiva de los elevadores que el que se prorrogó desde el año 2013.

Así, Contioso recordó que los ascensores del Materno, al igual que los del Clínico son modernos y que los del Civil se cambiaron hace poco, mientras que señaló que quizás los del regional Carlos Haya sean los más antiguos.

Fuentes de la sanidad malagueña quisieron expresar que los ascensores están revisados. Así, desde la dirección del Regional señalaron que en el año 2008, el Hospital Regional de Málaga renovó veintinueve aparatos elevadores, 25 ascensores y 4 montacargas, por un valor de 3.800.000 euros, dotados de la última tecnología en control y seguridad, con sistemas de televigilancia y telealarma desde un centro de control, que permite conocer en cada momento la situación y estado de cada uno de los aparatos. «Las revisiones de los ascensores se realizan de forma periódica tal como están prescritas», agregaron las fuentes.

Por su parte, en Sevilla, la empresa Orona, encargada del mantenimiento del ascensor, aseguró que este ascensor «había pasado sin incidencias» todas las inspecciones efectuadas, la última de ellas el mantenimiento mensual obligatorio, realizado el pasado día 12 de agosto. En una nota, Orona explicó que el ascensor había sido fabricado por otra empresa y desde el año 2013 era mantenidos por ellos. La empresa precisó que el ascensor siniestrado «había pasado sin incidencias la última Inspección Periódica Obligatoria (IPO) en mayo de 2017 a través de un Organismo de Control Autorizado (OCA) independiente, y cumplía la reglamentación vigente para mantenerlo en funcionamiento». Además, explicó que «ha estado sometido a los mantenimientos mensuales obligatorios» por parte de Orona.