Sánchez Luque es un apasionado de la medicina, profesión que no ha abandonado o dejado de lado pese a seguir siendo el altavoz de los casi 8.000 colegiados de la provincia de Málaga. Espera que en esta nueva etapa mejoren las condiciones de trabajo del galeno y que el modelo de relación médico-paciente «recupere las condiciones dignas que merece». Pese a sus críticas a la sanidad malagueña por los recortes y algunas decisiones de los gestores, reconoce que la nota es de excelente. Eso sí, afirma que ésta «necesita mejorar».

Once años al frente de la defensa de los colegiados malagueños le avalan. Con esta reelección, ¿qué aspira a conseguir para el colectivo?

El objetivo fundamental es mejorar las condiciones de trabajo del médico. Un deseo que ojalá se convierta en una realidad y el modelo de relación médico-paciente recupere las condiciones dignas que merece. Nuestra labor requiere que los gestores cambien los objetivos que dejan en un segundo plano la necesidad de que los médicos dispongamos de tiempo y tranquilidad para poder establecer el mejor diagnóstico y tratamiento y en el trabajo no se prime ver el mayor número posible de pacientes en la jornada laboral y las condiciones para hacerlo queden como un elemento secundario.

Es férreo defensor del tercer hospital para Málaga. ¿Dónde cree que habría construirlo y por qué?

Es un tema que ha dado tantas oscilaciones que cada vez se parece mas a un deseo de la carta a los Reyes Magos. Málaga merece un nuevo hospital con una visión de reestructuración global de la asistencia sanitaria en la capital. Lo importante es que donde se haga no nazca muerto y se busque un espacio con posibilidades sucesivas de ampliación al igual que hizo la Universidad. Mientras no haya una partida presupuestaria y un cronograma de actuaciones todo lo demás quedará en papel mojado.

En los últimos años ha sido especialmente crítico con la Junta por los recortes. Como médico, ¿ha visto empeorar la calidad del servicio?

La postura del Colegio de Médicos de Málaga siempre ha sido responsable y rigurosa. Es nuestra obligación, y en toda la problemática profesional del ejercicio médico el Colegio ha estado siempre presente como voz profesional y así lo haremos de nuevo en estos cuatro años. En esta nueva etapa le pido a la administración pública y también a los responsables del sector privado que nos escuchen para emprender actuaciones que se propongan siempre desde la profesionalidad. Las reuniones no pueden quedar en palabras al viento. Como médico he ejercido primero en el antiguo modelo de ambulatorio donde se veían más de cien pacientes en dos horas, luego como residente disfruté con mis tutores de la medicina sosegada donde la clínica, la formación y la investigación colmaban de satisfacciones la mente y el corazón del médico y también del paciente. Luego aquel modelo añorado se fue desvirtuando en políticas que se basaban en la demora cero a cualquier precio, cumplimentar objetivos muchos de ellos economicistas y donde poder formarnos en rotaciones que eran una auténtica inversión en la mejora de la calidad prestada, la atención comunitaria o la formación continuada, fueron quedando minimizadas y donde se prioriza el número de horas en consulta y el mayor número de pacientes vistos.

A pesar de lo que dice tenemos una de las mejores sanidades del mundo. ¿Qué nota le pone?

La nota es excelente, pero como en las calificaciones de la escuela, y haciendo el símil, sin embargo no progresa adecuadamente. Se han hecho muchas cosas bien, nuevas infraestructuras en toda la provincia, la investigación, la formación médica de los MIR, pero otras siendo buenos sus comienzos no lo fueron en su progresión, como ejemplo el diseño de los procesos asistenciales, una herramienta de trabajo interniveles que bien trazada y aplicada hubiera solventado mucho de los problemas actuales de la practica médica o la propia carrera profesional o el modelo de unidades de gestión clínica que se han ido disipando y creando desilusión entre los profesionales.

Hoy día las redes sociales y las plataformas sacan a la palestra los problemas laborales y de pacientes. ¿Cree que esta democratización beneficia al buen funcionamiento de la sanidad?

Siempre que se haga con un enfoque constructivo y riguroso claro que sí.

Forma parte de Uprosama, que reúne a miles de profesionales sanitarios de la provincia. ¿La unión hace la fuerza?

Mi respuesta es un sí contundente. En Málaga las profesiones sanitarias trabajamos con los mismos objetivos y en ello contribuye muy mucho las personas que lideran los diferentes colegios profesionales. Cuando creamos Uprosama estábamos convencidos de compartir un camino y así se ha hecho.

¿Qué tres aspectos resaltaría como negativos de la sanidad malagueña? ¿Y cuáles subrayaría como positivos?

Los contratos en precario, la falta de capacidad para ilusionar motivando al profesional en el sector público y el más importante, recuperar el auténtico espíritu que necesita la relación médico-paciente, y que se desvirtua con la escasez de medios, el registro de objetivos y la burocratización que envuelve al ejercicio de la medicina. En el lado positivo, están cada uno de los actos médicos donde se ayuda a cada paciente, tanto en el sector público como privado. A ello se suma la excelente formación que tiene cada médico fruto del aprendizaje y la experiencia, las mejoras en el sector privado con la apertura y remodelación de los centros sanitarios y sobretodo el esfuerzo y el alma que pone cada profesional sanitario en sus lugares de trabajo por hacer bien su labor.

En unos días comienza el «curso», si me permite la licencia. ¿En qué se van a poner a trabajar inmediatamente?

Vamos a presentar un conjunto de actuaciones urgentes, una campaña contra las agresiones, un plan para fidelizar al médico joven y no tan joven que se ha marchado de la provincia, vamos a reducir en un 50% la cuota colegial para los MIR, crearemos un macroespacio científico-formativo en la sede colegial, realizaremos una transformación de la Fundación del Colegio, elaboraremos el programa de la segunda edición del Congreso de la Medicina, y un largo listado de actuaciones.Para todo ello 70 colegiados estamos trabajando a tope y con el deseo que cada uno de los 7.800 médicos colegiados en la provincia de Málaga colabore para lograr todo ello.