El campo malagueño mira con esperanza al cielo. Nada más saber de la posibilidad de que con los últimos días de agosto vuelvan las lluvias, muchos agricultores empiezan a soñar con un cambio en la tendencia de estos tres últimos años hidrológicos. Pero lo cierto es que en muchos casos la ilusión de ver finalizado el actual ciclo de sequía empieza a estar agotada: «No quieren algunos ni mirar las noticias, porque creen que trae gafe lo de ver venir las lluvias», expresa el presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido.

Tampoco quieren ni hablar, en determinados círculos, de lo que supone un decreto de sequía. Muchos no olvidan las medidas extraordinarias que hasta febrero de 2009 padecieron los sistemas para el riego en el Valle del Guadalhorce, Málaga-Torremolinos y la Costa del Sol-Axarquía. Pero lo cierto es que la provincia está al borde de un nuevo decreto con dichas restricciones. En juego hay millones de euros, porque tanto el olivar como los subtropicales de la Axarquía constituyen sendos pilares económicos de primera magnitud.

Bellido manifiesta que una tormenta de verano que refresque en los próximos días el olivar «sería maravillosa para aliviar la actual situación de sequía, después de un año hidrológico que otra vez ha sido bastante deficitario». La prueba de hasta qué punto se arrastra un déficit es ver el principal embalse de la provincial, el localizado en La Viñuela, a menos del 30% de su capacidad. Hasta se ven ya embarcaciones de recreo muy lejos de la orilla, una vez que sus propietarios llevan semanas sin acudir a este espacio.

La empresa Málaga-Outdoor, que ofrece paseos recreativos desde las inmediaciones del hotel La Viñuela, apunta que cada semana baja «como medio metro» el nivel de las aguas. Señalan hasta dónde estaba situado hace dos años y en el trayecto entre uno y otro punto son necesarios unos cinco minutos a pie, entre barro cristalizado y rastros de lo que era antes terreno ganado a las aguas dulces.

Más evidencias del estado actual de los municipios lo representan los municipios de Fuente de Piedra o Colmenar. Este último recibe camiones cargados con agua para sus depósitos desde la vecina Periana -el año pasado ya recibió la ayuda solidaria de Alfarnate-. El alcalde perianense, el socialista Rafael Torrubia, expresa que no cabe más que ser solidario ante la falta de abastecimiento de agua potable durante el verano en la vecina localidad de Colmenar.

En cuanto al Ayuntamiento de Fuente de Piedra, en la comarca de Antequera, el pasado jueves fue emitido un bando en el que se advierte a los vecinos de que el que agua de la red municipal no es apta para el consumo humano. En este caso la decisión, un año más, fue tomada en virtud de que los niveles de cloruros y la conductividad eléctrica estaban en los pozos públicos por encima de los límites máximos que establece el Real Decreto 140/2003 sobre criterios sanitarios de la calidad del agua.

El propio Consistorio recordó la actual normativa en los parámetro físico-químicos y microbiológicos. Pero al mismo tiempo señaló que aunque no se pueda beber ni utilizar para cocinar, «sí puede ser usada para otros usos domésticos». El alcalde de Fuente de Piedra, Francisco Hidalgo, expresa que de momento se proporciona agua para el consumo «mediante cubas móviles».