La provincia de Málaga amanecía este lunes con 17.721 menores de tres años de camino a las guarderías. Los meses de críticas y polémica en torno al primer ciclo de Educación Infantil y las preocupaciones de las familias que necesitan este servicio y se encuentran con que tienen que hacer un sobreesfuerzo quedaron ayer a un lado para hacer protagonistas a los más pequeños.

Estos más de 17.000 matriculados, 1.200 niños más que en el curso anterior, se reparten en un total de 345 centros -a los que se han sumado los 48 nuevos centros adscritos- que imparten la enseñanza del primer ciclo de Educación Infantil. De ellos, 203 están en la provincia y 142 en la capital, explicó la delegada territorial de Educación, Patricia Alba, en la visita que hizo ayer al centro infantil Enanitos III.

Con un presupuesto de 175 millones de euros -un 3,7% más que el año pasado- las plazas ofertadas han aumentado en 3.000 en el caso de Málaga. Un refuerzo que se impulsa «por la importancia que tiene la escolarización temprana en el desarollo de los niños y las niñas para su éxito educativo», afirmó Patricia Alba. A pesar de este aumento, han quedado sin cubrir en la provincia un total de 4.800 plazas que podrán ser ocupadas a lo largo del curso, tras ofertar un total de 22.578 plazas.

En toda Andalucía, de las 113.019 plazas que se han ofertado, se han cubierto 88.000. Sin embargo, esta oferta de «15.000 nuevas plazas» en los centros andaluces, «pero con prácticamente el mismo presupuesto, ha generado que muchas escuelas queden con vacantes libres y vean peligrar su continuidad en el sistema», aseguran desde Escuelas Infantiles de Andalucía, CEIA.

Bonificaciones y renuncias

La Delegación de Educación asegura que casi nueve de cada diez alumnos de las escuelas infantiles tienen plaza bonificada. En concreto, el 45,56% no pagará nada y el 87,5% recibirá alguna bonificación. Dichas bonificaciones, con el nuevo modelo, comprenden desde el 10% hasta el 100%. Con ello, asegura la delegada, «se ha aumentado la progresividad y, por tanto, es una mayor garantía para que aquellas familias que más lo necesiten puedan acceder a este tipo de subvención». Un extremo que los sindicatos rechazan ya que, según CCOO, la aplicación de las nuevas bonificaciones supone un incremento del precio para un importante porcentaje de la población: las clases medias. «Hay escuelas que tienen que reducir personal al resultarle imposible mantener a la plantilla que tenían», aseguran desde CEIA. Quizá la clave está en que, si antes con una renta per cápita de hasta 14.910 euros se accedía al 25% de la bonificación, ahora lo máximo de renta per cápita admitido para acceder a la reducción más baja -del 10%- es de 10.437 euros.