El primer semestre de 2017 está confirmando la reactivación del mercado inmobiliario apuntada durante los años anteriores, aunque lo cierto es que la compraventa de viviendas en la provincia de Málaga sigue apuntalada de forma importante por las operaciones a cargo de extranjeros y de clientes de perfil inversor que pueden permitirse pagar al contado sin la necesidad de recurrir a un préstamo hipotecario. Mientras, el comprador nacional regresa poco a poco al mercado aunque su posición sigue siendo prudente, a espera de que la mejora económica siga tirando a la baja de las cifras de paro y que traiga además una mayor estabilidad laboral en los contratos, según vienen señalando desde hace tiempo los colectivos de constructores y de agentes de la propiedad inmobiliaria. No hay que olvidar que más del 30% de las compras de viviendas registradas en los últimos doce meses corresponden a extranjeros, según las estadísticas del Colegio de Registradores recogidas hace unos días por este periódico.

Toda esta dinámica tiene su reflejo en las grandes cifras del mercado inmobiliario. Así, la firma de hipotecas para la compra de viviendas registró en Málaga una subida del 4,3% en el primer semestre del año en relación al mismo periodo del anterior ejercicio, con un total de 7.856 préstamos suscritos, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La cifra es la más elevada en la provincia de los últimos seis años -en 2011 se habían firmado más de 9.300 a estas alturas del ejercicio-. No obstante, siguen quedando aún lejos las cifras de inicios de la crisis y, claro está, los del boom económico: en 2007 se firmaron en el primer semestre unas 30.000 y en 2008, cuando ya se percibían los primeros síntomas de recesión, cerca de 20.000.

La comparativa del volumen de hipotecas con el de las viviendas vendidas en Málaga revela, además, que dentro de esta tendencia al alza el tradicional comprador local que busca una primera residencia y que recurre a financiación para comprarla tiene actualmente casi el mismo peso que el perfil de inversor que viene con todo el dinero en mano, cuando en la época del boom (e incluso en los primeros años de crisis) ese porcentaje representaba entre el 80% y el 90% de los compradores.

De esta forma, durante el primer semestre del año se han registrado 15.185 compraventas de viviendas en Málaga (un 10,9% más que el año anterior) pero sólo se han firmado las mencionadas 7.856 hipotecas, lo que supone que únicamente el 51,7% de las transacciones (algo más de la mitad) se hicieron recurriendo a un préstamo bancario, en línea con las bajas tasas de los últimos años aunque ya algo por encima de las que se registraron en 2013, 2014 y 2015, con mínimos que se movieron entre el 45% y el 47%.

Por otro lado, los datos de las hipotecas firmadas en la primera parte de 2017 reflejan una estabilidad en los precios. El préstamo medio en Málaga se sitúa en lo que va de año en unos 117.300 euros, cuando en los años de la crisis llegó a caer por debajo de los 110.000 euros. Siguen a una gran distancia, por supuesto, los valores previos a la crisis, cuando el precio de las viviendas estaba por las nubes y, además, los bancos recurrían a sobretasaciones para dar el 100% del valor del piso. En el 2007, justo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, la hipoteca media alcanzó un máximo histórico de 165.000 euros.

Un mercado que se estabiliza

En España, el número de hipotecas constituidas sobre viviendas acumula hasta junio una subida del 8% en relación al mismo periodo del año anterior, con un total de casi 159.000 préstamos firmados, según el INE. En el mes de junio, con 29.516 nuevas hipotecas, el 62,2% se constituyó a tipo variable, en contraste con el 37,8% que se firmó a tipo fijo.

Los portales inmobiliarios consideraron ayer que el aumento en la concesión de hipotecas es «razonable» y un «reflejo» del buen momento que vive el mercado, que avanza hacia la estabilización. El jefe de estudios de idealista, Fernando Encinar, explica que los datos ponen de manifiesto la «normalidad» del sector, manteniendo el crecimiento «moderado» en el volumen de operaciones y del importe medio, «ayudados» por los incrementos del precio de la vivienda y los tipos de interés «extraordinariamente» bajos. Este escenario está provocando, según Encinar, que los bancos «sigan ayudando» a los compradores, facilitando el crédito de forma «prudente». La previsión de idealista es terminar el año por encima de las 300.000 hipotecas concedidas, una cifra positiva pero «muy alejada» de las 1,3 millones que se firmaban en el pico de la burbuja.

La responsable de estudios de fotocasa, Beatriz Toribio, aseguró que el sector inmobiliario «vuelve a despertar interés» y achacó el crecimiento de las cifras a la mayor financiación hipotecaria y a la mejora del contexto económico y del empleo.

Por su parte, el director del gabinete de estudios de pisos.com, Manuel Gandarias, calificó la tendencia a la «estabilización «hipotecaria» como «razonable», aunque recordó que todavía hay «potenciales compradores» que no tienen acceso al préstamo hipotecario por razones de «solvencia». En todo caso, dijo que a medida que las principales variables macroeconómicas sigan dando «buenos resultados» y la economía «mejore», la demanda subirá.