El gobierno municipal ha colocado el sello de prioritario al plan de financiación de infraestructuras hidráulicas que necesita una inversión de unos 130 millones de euros, de tal manera que es el primer asunto que ha vuelto a poner sobre la mesa nada más iniciado el nuevo curso político.

El concejal de Medio Ambiente y responsable de Emasa, Raúl Jiménez, insistió ayer por la mañana en la necesidad de abordar este plan de actuaciones que supondrá la renovación de la red de abastecimiento y de saneamiento, con un mensaje claro: las infraestructuras deben salir del bolsillo de los ciudadanos y, «las únicas vías de financiación son subir la tarifa o establecer un canon», salvo algunas actuaciones menores que pueda financiar el Ayuntamiento.

Jiménez insistió en la defensa del canon por ser un dinero finalista que sólo podrá dedicarse a las obras y por su carácter distributivo, ya que «pagará más quien más consuma». Así, calculó en 1 ó 2 euros al mes el precio del canon, que «no afectará a las personas con menos recursos pues estarán cubiertas por el fondo social que tiene Emasa».

Volvió a señalar que, con el presupuesto de Emasa, pagar los 130 millones de euros es «inviable», insistiendo, en que, no obstante, esas infraestructuras son «necesarias».

También recordó que la Junta utiliza ese canon volviendo a preguntar por qué no se hacen movilizaciones «cuando la Junta estableció un canon. El de la Junta sí lo entendemos y el canon de las tuberías malagueñas no lo entendemos», se preguntó, asegurando que «somos solidarios con los andaluces pero no con los malagueños, lo que es difícil de entender».

Pide corresponsabilidad

El concejal se esforzó en explicar la importancia de abordar ahora estas actuaciones que, de lo contrario, «habrá que hacerlo con urgencia y más caro dentro de diez años» y recordó que un canon semejante ya está aplicándose en otros municipios andaluces como Cádiz, Sevilla, Jaén o Granada y de la provincia, como Vélez Málaga, Mijas o Ronda.

Insistió así en que «cuando tengamos algún problema de abastecimiento en el futuro en la zona este, tendremos que mirar a los responsables actuales», que, a su juicio, «no han sido capaces de entender que si queremos mejorar las infraestructuras hay que pagarlas», dejando claro que «el dinero no cae del cielo, el dinero, nos guste o no, sale del bolsillo de los ciudadanos».

Por último, recordó que de no existir acuerdo en la mesa del agua no se llevará a pleno, añadiendo, por su parte, el portavoz del equipo de gobierno, Carlos Conde, que le acompañaba, que «lo que irá no será la subida del canon, será la aprobación de un plan de infraestructuras por importe de 130 millones de euros muy necesario para Málaga, que soluciona problemas básicos, pero que pueden convertirse en grandes problemas de futuro».

Tanto Jiménez como el concejal de Hacienda criticaron a la oposición, especialmente al PSOE, que ha pedido que el dinero que el Ayuntamiento tiene de remanente del año pasado, uno 80 millones de euros, se destine a estas obras, «cosa que es imposible pues este dinero hay que hacerlo compatible con las necesidades financieras del Ayuntamiento».

Conde pidió al PSOE «mesura, prudencia y rigor» para no «torcer la realidad de los números» y especialmente que tengan sentido de la «corresponsabilidad porque sabemos que si a algo ha obligado la no existencia de mayorías absolutas es que tanto el Gobierno como la oposición debemos ser corresponsables a la hora de tomar decisiones que no bloqueen la ciudad», concluyó.