Pedir una ensalada «pechá», acompañada de un zumo «changuai» y un rollito «malaje» para compartir en plena Barcelona es posible gracias a los malagueños Álvaro y Javi Palomino, dos hermanos que abrieron hace dos meses su propio bar en pleno barrio Sant Antoni y en el que, además de estos nombres tan de la tierra en su carta, no falta uno de los productos embajadores de la Costa del Sol: el campero.

La idea de estos dos hermanos asentados desde hace años en la Ciudad Condal surge a raíz de querer montar algo por su cuenta. Tras darle varias vueltas a la idea se decantaron por un bar que ofreciera comida flexitariana ­-un vegetariano que acepta propuestas con carne-. «Decidimos introducir el campero aunque sabemos que no es muy healthy pero no podía faltar», explica Álvaro. Y es que el bocadillo malagueño de pan redondo por excelencia está presente en Barcelona con una pequeña modificación. El pan está elaborado con un grano integral que ha pasado una fermentación de 16 horas para que el gluten y la glucosa se estabilice y sea apto para diabéticos e intolerantes al gluten. Por el resto todo es igual. El campero de pollo con mayonesa, lechuga y tomate comparte carta con el mixto, el de salmón, berenjena y parmesano y una opción desconocida para todos: de atún rojo fresco.

«Aquí ­-en Barcelona- se come mucho el atún rojo. Viene de la Costa del Maresme y es un producto bueno y de calidad que queríamos meterlo y fusionarlo», detalla Álvaro. Y parece que la idea no defrauda. El campero clásico de pollo o su nueva propuesta ganan cada vez más adeptos en este establecimiento que solo con escuchar el nombre, los malagueños saben que se sentirán como en casa. «El nombre del bar lo dejamos para el final del proyecto y surgió sin más. ¿Qué palabra más malagueña existe que perita?», argumentan. Una expresión que va más allá de su propio nombre y forma parte de su propio eslogan. «Cuando alguien viene a pedir a todos les decimos lo mismo: perita tú eres», inciden.

Una idea de éxito

Sabían que exportar el campero era apostar seguro. Conocían un caso en Madrid de un restaurante que también se había decantado por lleva este bocadillo más arriba de Despeñaperros y el triunfo había sido absoluto. «Somos los primeros en traer el campero a Barcelona y cuando pasa gente por la puerta, escuchamos a veces cómo cuentan que ya lo habían probado en Málaga». Sin ir más lejos, dos chicas hace un par de días, lo comentaban tras una visita al sur de España, explica Álvaro.

El resto de la carta de Perita poco tiene que ver con la gastronomía malagueña salvo en los nombres de sus bagels, zumos, smoothies o rollos. «Queríamos que toda nuestra carta estuviera hecha con palabras malagueñas» y así ha sido. Para degustar un rollo de arroz integral, taquitos de salmón, hoja de kale, pepino y salsa de yogurt solo hay que pedir «muerde el rollo» o un bagel de crema de queso camembert, pera «asá», dátiles, hojas de espinaca y brotes solo hay que decir un perita, el producto que hace honor al propio establecimiento.

Abrieron hace solo dos meses y las expectativas de estas primeras semanas se han cumplido sin problema, según explican estos dos hermanos. Ahora solo queda seguir y continuar conquistando Barcelona con Málaga encima de la mesa.