El sexto yate más grande del mundo, perteneciente a la familia real de Arabia Saudí, atracó ayer en Málaga por tercera vez. El ´Prince Abdulaziz´ tiene unas dimensiones y características que recuerdan más a un crucero que a un yate, con sus 147 metros de eslora, un helipuerto en la proa y capacidad para llevar 64 pasajeros, además de otros 65 tripulantes. El barco, propiedad del príncipe Abdul Aziz bin Fahd Al Saud, último hijo del fallecido rey Fahd, está valorado en 50 millones de euros y en su interior tiene un hospital, una mezquita y un cine. Fue encargado por el rey Fahd en Dinamarca, siendo botado en 1984 y convirtiéndose en el yate más grande construido en el siglo XX.