La UNED de Málaga busca a un profesor de Antropología para el curso 2017/1018 y ha sacado a concurso una plaza como docente asociado para impartir clases a partir de octubre. Entre los seis nombres que figuran en la relación definitiva de aspirantes que publicó la UNED con fecha de 6 de septiembre, hay uno conocido que proviene de la política malagueña. Gonzalo Sichar, que ya ejerció como profesor de Antropología en la Universidad Autónoma de Madrid, antes de desembarcar en Málaga con Ciudadanos en 2015, no está dispuesto a dejar pasar la oportunidad de hacerse con esta plaza que se otorgará a través de un concurso de méritos que se tendrá que resolver en las próximas semanas. En este caso, sin embargo, con la manifiesta posibilidad de incurrir en un conflicto de intereses, ya que Sichar forma parte de la propia junta rectora de la universidad de educación a distancia desde agosto de 2015. Lo hace, precisamente, ocupando uno de los dos puestos de representación que ostenta la Diputación en este órgano, junto al diputado del PP José Ramón del Cid. Cabe recordar, en este sentido, que Sichar es el portavoz de Ciudadanos en la Diputación. Un cargo al que accedió después de las últimas elecciones municipales de 2015. Sobre la convocatoria de la plaza en sí, la propia directora de la UNED en Málaga, Concepción Travesedo, confirmó a este periódico que se trata de una vacante que se produce por la renuncia del profesor que la ocupaba hasta el momento. «La convocatoria se aprueba dentro del plan académico docente», añadió Travesedo, además, que el procedimiento de elección se basa en un escrupuloso concurso de méritos con «criterios muy objetivos y muy claros».

Compromiso de renuncia

Sichar, también a consulta de este periódico, corroboró que opta a la plaza para impartir Antropología en la UNED y argumentó su decisión en el interés por seguir vinculado a la docencia. Sichar, que aseguró haber consultado este paso previamente con la directora del centro, insistió en que no incurriría en ninguna incompatibilidad.

«Soy consciente del posible conflicto de intereses y si gano el concurso renunciaría a mi plaza en la junta rectora», aseguró, en todo caso. Preguntado por si estéticamente le parece correcto su presencia en este concurso, admitió ciertas dudas iniciales, aunque, según remarcó, «no existe ningún conflicto ético y eso es lo que cuenta para mí».