El curso ha comenzado y cientos de maestros están a la espera de que les llamen para incorporarse a las aulas desde hace días, una situación que ha puesto en pie de guerra a los interinos de Educación Infantil y Primaria en Málaga y ayer acudieron a la Delegación para exigir respuestas y saber por qué la bolsa apenas se ha movido.

«No nos han dado una razón convincente y creemos que detrás de esto hay recortes», detalló una de las afectadas. Y es que el sector denuncia que a pesar de que el año pasado se congelaran las oposiciones para Primaria, Infantil y Educación Física, el movimiento es mínimo. En cuanto al motivo de por qué apenas no han llamado, el personal de la propia Delegación aseguró que es por la falta de personal que arrastran, una situación que se suma al reciente concurso de traslado y su falta de rodaje. «Con tres empleados para las llamadas de Primaria y tres para los de Secundaria, dicen que no les da tiempo a llamar a todos», indicó una de las concentradas. El acto de protesta se llevó a cabo en todas las delegaciones de Andalucía de manera simultánea y prevén una manifestación para la próxima semana en todas las provincias.

A través de algunos foros, cientos de maestros y profesores exponen la situación que viven. «Sabemos de primera mano que hay bajas sin cubrir porque los que están dentro nos lo dicen», expone la joven afectada. Un problema que, además de acarrear la no incorporación a las aulas por parte de los interinos, genera un nuevo problema. Los profesores de apoyo, que ayudan a los que tienen alguna dificultad para leer o escribir, y los de pedagogía terapéutica, destinados a ayudar a aquellos alumnos con necesidades específicas como autismo o síndrome de Down, son los que cubren las bajas del resto de compañeros. «No tienen tutorías propias, son los niños los que van a sus aulas y no dejan a niños solos y pueden salir a sustituir», indicó. Una situación que, según apuntan los propios interinos, provoca la desatención de estos menores que no reciben sus horas programadas por semana. «Normalmente hay por colegio dos profesores de apoyo y ahora están teniendo uno», expuso.

Las bajas por embarazo de riesgo y jubilaciones son las primeras que deberían estar cubiertas y, a esas, se suman todas las que llegan al iniciar el curso y que los centros deben reclamar que sean cubiertas a la Consejería a los 10 días de la salida del profesor. Una situación que dicen que no está siendo atendida. «Los maestros de todas las especialidades estamos unidos por una educación de calidad», sentenció.