Familiares de las víctimas del terremoto de México han mostrado hoy su descontento con las autoridades mexicanas a las que acusan de actuar con opacidad y no ofrecer información sobre las labores de rescate de sus seres queridos, que una semana después continúan atrapados entre los escombros de los edificios colapsados, fundamentalmente en el de la avenida Álvaro Obregón 286, donde se encuentra el malagueño Jorge Gómez Varo

Las familias aseguran que están cansadas y denuncian que "nadie nos dice nada". Incluso en algún caso, según han señalado, han "estado esperando como tontos" en el campamento situado a los pies de las ruínas cuando el cuerpo de su familiar ya había sido recuperado sin vida y llevado al forense, "pero nunca nos avisaron".

Insisten en que que la información ofrecida por el Gobierno es "nula prácticamente". Los familiares observan a las autoridades con impotencia, sin poder hacer nada y casi habiendo desistido de preguntar por el paradero de sus seres queridos.

El edificio de oficinas de la avenida de Álvaro Obregón 286, en el que podría haber todavía 39 personas desaparecidas, se ha convertido en la zona cero de las operaciones de rescate en la Ciudad de México. Las cámaras térmicas siguen registrando calor entre las ruinas del edificio, lo que evidencia la existencia de vida. Pero los trabajos son desesperadamente lentos.

Los medios de comunicación mexicanos informaron de que entre ayer y esta noche se pudieron rescatar varios cuerpos sin vida que podrían haber sido encontrados en la cuarta planta del edificio, aunque la confusión y la falta de información son la tónica habitual en este rescate. No obstante, el último recuento oficial habla de 9 cuerpos sin vida rescatados, de los que 5 están irreconocibles y se han llevado al Servicio Médico Forense (Semefo) para intentar determinar su identidad.

Los familiares de Jorge Gómez tampoco tiene novedades. Su novia Irene se mantiene en el campamento instalado en las inmediaciones, junto a Laura, hermana de Jorge, e Ignacio, un cuñado.