El Grupo Unicaja Banco celebró este pasado viernes y ayer sábado en el Palacio de Ferias de Málaga su decimonovena convención de directivos con un total de 550 participantes. Los reunidos analizaron el posicionamiento del grupo en el nuevo entorno tras la salida a Bolsa de la entidad el pasado junio, el plan de negocio y, de manera especial, los planes de digitalización y dinamización comercial puestos en marcha por la entidad con la atención dirigida al cliente.

La convención tuvo como objetivos básicos, según explicó ayer el banco, «transmitir las líneas estratégicas y el plan de negocio, conocer la visión que los directivos tienen sobre la aplicación y el desarrollo de dicho plan, y facilitar el intercambio de opiniones y experiencias entre el cuadro directivo de la entidad, enriqueciéndolo con la participación externa de expertos de reconocido prestigio».

El colectivo de 550 participantes incluye el cuadro directivo de Unicaja Banco y su filial EspañaDuero, los miembros de sus respectivos consejos de administración, directivos de servicios centrales, una amplia representación de la red de oficinas y de negocio, responsables de otras funciones, perfiles técnicos y directivos de empresas del grupo.

El presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, puso de manifiesto en su intervención los principales aspectos relativos al entorno, en la triple vertiente económica, regulatoria y de supervisión, e institucional, en el que se inscribe la actuación de Unicaja Banco como entidad de crédito. También se refirió a los elementos definitorios del posicionamiento del banco en ese contexto, entre los que destaca la culminación del proceso de salida a Bolsa, que le ha permitido efectuar anticipadamente la devolución íntegra al FROB de las ayudas públicas que fueron concedidas a su filial Ceiss (la antigua EspañaDuero) dentro de su plan de reestructuración.

Azuaga apuntó que «la posibilidad de acceder libremente a los mercados de capitales tiene una importancia intrínseca para cualquier compañía con aspiraciones de crecimiento y dispuesta a competir en la primera división empresarial». Asimismo, marcó como líneas a seguir «el mantener una adecuada atención a la clientela, diversificar las líneas de negocio y el desarrollo de nuevos canales que surjan al hilo de los avances tecnológicos».

Por otro lado, el presidente de Unicaja Banco, que hizo referencia a los resultados del primer semestre del año, señaló como marco de referencia para la actuación del grupo el plan de negocio 2017-2020, «que contempla la reafirmación de los principios corporativos que se concretan en cinco aspectos: vinculación al territorio, orientación al negocio minorista, gestión prudente del riesgo, responsabilidad y rentabilidad».

Por su parte, el consejero delegado de Unicaja Banco, Enrique Sánchez del Villar, analizó la situación de partida de la entidad y enmarcó los retos en el plan de negocio, poniendo el acento «en el crecimiento del negocio y manteniendo la cultura de prudencia que ha caracterizado la trayectoria de Unicaja Banco».

Durante la convención se han abordado además dos cuestiones de relevancia: el proceso de digitalización y la dinamización de la actividad comercial. Así, cabe destacar el Proyecto de Transformación ADN 2.0, puesto en marcha por Unicaja con el objetivo de afrontar los cambios y la adaptación a los nuevos escenarios tecnológicos del sistema financiero en respuesta a la demanda del cliente. En relación con la dinamización de la actividad comercial, Unicaja Banco trabaja en un plan de reactivación con el foco puesto en el cliente y en los segmentos de consumo y pymes.