Un lastre de calor pesadísimo y aplastante se instaló en el pabellón de la comisaría provincial de la Policía Nacional. Las imágenes del domingo en Cataluña, imposibles de apocar, a pesar de la distancia. Algunos, incluso, tuvieron que cambiar el traje y los guantes blancos por el uniforme de trabajo. De los miles de agentes necesitados para cercar al desafío, muchos representaron las ausencias de este lunes en Málaga. Se sabía, de antemano, que los actos tradicionales del Día de la Policía Nacional, en los que se rinde honor a los Ángeles Custodios, patrones del cuerpo, iban a estar bajo la sombra alargada de los acontecimientos. Si Cataluña lleva semanas apoltronada en los titulares, este lunes se coló de lleno en el tradicional acto de los Ángeles Custodios y sirvió como catalizador para reivindicar el trabajo que realizan los agentes de la Policía Nacional. Bajo el lógico dominio de la insignia nacional, se congregaron los numerosos invitados y familiares que acompañaron a los agentes. Como anfitrión ejerció el subdelegado del Gobierno, Miguel Briones. Entre las demás autoridades políticas, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y su homólogo al frente de la Diputación, Elías Bendodo. Por parte de la Junta de Andalucía, asistió el delegado de Empleo, Mariano Ruiz Araujo, en sustitución del flamante secretario general del PSOE de Málaga, José Luis Ruiz Espejo. Hubo, además, representación de altos mandos, tanto del Ejército como de la Guardia Civil.

«Sin seguridad no hay libertad, sería el reino de la barbarie». Estas fueron las primeras palabras que pronunció el jefe provincial de la Policía Nacional, Francisco López, en su intervención inicial, que abrió el acto. Ya había sonado, minutos antes, el himno nacional. «Una banda sonora que nos anima y nos calienta el espíritu», aseguró López, confirmando que el mundo de las emociones traza realidades distintas. Si Cataluña era el domingo una avalancha, Málaga lo era, pero de patriotismo nacional.

En su sentido discurso, López no renunció a la valoración. «Vivimos tiempos difíciles», subrayó, sin embargo, que no había motivos para una preocupación excesiva. Sobre todo, precisamente, por el trabajo que realizan, entre otros, sus agentes. «Los 66.000 hombres que integramos el cuerpo de la Policía Nacional tenemos motivos para sentirnos orgullosos». Sobre la forma de proceder el domingo, rechazó cualquier atisbo de crítica. En este sentido, precisó, además, que la Policía Nacional representa a un cuerpo moderno que «respeta los derechos y las libertados de los ciudadanos». Alejándose ya de Cataluña, el máximo responsable de la Policía Nacional en la provincia hizo balance del estío. «Ha sido un buen verano», aseguró en relación a la infinidad de eventos, de todo tipo, en los que había velado por la seguridad algún agente.

El subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, centró, también, gran parte de su discurso en lo ocurrido estos días en Cataluña. Resaltó, así, que el acto festivo de ayer sirvió, a su vez, para ofrecer un «homenaje» a los agentes estacionados en Cataluña, y que, según Briones, han «desempeñado el dificilísimo trabajo de mantener el orden público». «España es un Estado de derecho, bajo el imperio de la ley», resaltó, centrando las culpas y las causas, de forma exclusiva, en el actual Gobierno catalán. «Los irresponsables del Gobierno catalán han incendiado la calle y han llevado a la deriva a una región entera». Para Briones, lo vivido este domingo, supuso «una agresión al resto de España y a todos los españoles». «Sí a la democracia, fuera sólo hay la selva y el caos», concluyó que los agentes de la Policía Nacional representan los «garantes de la democracia».

De la Torre, por su parte, también valoró la situación en Cataluña. En la misma línea que Briones, el alcalde de Málaga apuntó a la Generalitat. «Han trabajado de una manera maquiavélica», dijo. Para De la Torre, la única solución posible pasa, inevitablemente, por sentarse a hablar. «Con una actuación de los gobernantes de Cataluña, tan fuera de ley, no es fácil ahora el diálogo», dijo, insistiendo, a pesar de todo, en que «habrá que dialogar y vamos a ver lo que pasa».

Medallas al mérito policial

El conflicto catalán no impidió la tradicional entrega de las medallas al mérito policial. Entre otros galardonados, las de distintivo blanco, fueron para la juez de la Audiencia Provincial Lourdes García; para el secretario del juzgado de Instrucción Número 11, Domingo García, y para Antonio Manuel Llanes, jefe de Extranjería. En relación a los agentes reconocidos con la medalla roja, este año hubo dos. Francisco González, que estando de servicio procedió a desarmar a una mujer que esgrimía un cuchillo de cocina. José Antonio Román, con 14 años de experiencia, fue reconocido por su implicación en más de 120 operativos.