El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, reconoció este jueves, tras reunirse con el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Manuel Miño, en Madrid, que el Gobierno tiene muchas dudas sobre la viabilidad de llevar el tren de Cercanías hasta el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), una posibilidad que se había abierto paso en los últimos años como solución definitiva para los graves problemas de movilidad que tiene la tecnópolis.

Es más, Fomento había encargado estudios para calibrar la rentabilidad y viabilidad técnica de la ejecución, que se abría paso como una alternativa a lo que realmente quiere el equipo de gobierno de la ciudad: que la Junta de Andalucía, en vez de llevar el metro al Hospital Civil, lo extienda hasta la tecnópolis, aunque el problema, en definitiva, sería parecido. Hasta la exministra Ana Pastor había alentado esta vía que, finalmente, podría quedar en nada.

«Hablé con el ministerio del Cercanías en relación al PTA. Estos estudios los hace el ministerio, pero tienen ciertas dudas sobre la eficacia que puede tener por aquello de los momentos punta en relación a movimientos de trenes que son constantes. Tiene sus interrogantes y hace falta mantener una conversación muy larga al respecto», dijo el regidor, que acudió ayer al Palacio de Ferias y Congresos de la capital para asistir a la presentación de la feria Instalándalus, sobre el sector de los proveedores de la construcción.

El regidor usó las frases «no está claro, no está cerrado» y luego pidió esperar a que haya avances. El problema es una cuestión de demanda y, por tanto, de rentabilidad. El Cercanías sería muy usado a primeras horas de la mañana, el mediodía o incluso en el turno de noche, pero el resto del día no tendría apenas demanda. «No dejamos el tema abandonado», advirtió el alcalde malagueño, pero lo cierto es que consideró que con otros vehículos menos potentes (¿el metro?) «digamos desde el punto de vista del tamaño se puede atender con más flexibilidad», reflexionó, para concluir diciendo que serán los técnicos de Movilidad y del Ministerio de Fomento los que aborden la cuestión en los próximos meses.

De la Torre siempre había pedido la llegada del metro al PTA pero Fomento ya pagó a finales de 2015 y principios de 2016 los estudios de viabilidad sobre el Cercanías hasta el PTA, una petición, por cierto, que ya ha realizado Ciudadanos, cuyo diputado Guillermo Díaz, lo considera un proyecto «capital» para la ciudad.

El proyecto, en sí, consistiría en hacer un ramal de acceso al PTA para conectar con la línea C-2 Málaga-Álora, aprovechando el servicio habitual de trenes y mejorando la frecuencia en las horas punta. El ramal tendría 2,4 kilómetros.

El Ministerio de Fomento estimó esta iniciativa en un coste de en torno a 30 millones de euros, lo que también repercutiría en la mejora de la rentabilidad de la línea C-2. Además, el público potencial de este tren sería muy elevado, ya que el 70% de los trabajadores de la tecnópolis, unos 10.500, usan el coche privado para ir hasta su centro de trabajo, lo que, incluso, produciría una drástica reducción en los atascos que cada día se forman a la entrada del PTA. Los empleados tendrían acceso al tren de forma directa o mediante transbordo procedentes del metro o la línea C-1, Málaga-Fuengirola.

La opción del Cercanías, además, significaría contar con más espacio para los usuarios del PTA, puesto que los trenes del metro transportan a un máximo de 220 pasajeros, mientras que los Civia del Cercanías a más de 400; no en vano, se puede plantear una doble composición con facilidad, con lo que se superarían los 800 usuarios. Incluso, la línea C-2 está consolidada y tiene público interesado, aunque esté infrautilizada. Extender el metro supondría un coste muy alto.