El barrio del Perchel alberga desde hace casi dos siglos un edificio en la calle Calvo de estilo Barroco. Este inmueble ha estado siendo reformado durante casi un año y medio, sin tener en cuenta unos nueve meses más que han impedido que el proyecto se finalizara antes.

Esta casa llena de color fue levantada en el año 1755. El trascurso de los años, y también, los diversos cambios de propietarios, brindaron una enorme capa de pintura a la fachada que escondía tras ella unas maravillosas pinturas murales similares, según desvela Ignacio Dorao, arquitecto encargado de la reforma, a las de la fachada del Museo de Vidrio.

La restauración y recuperación de las pinturas de esta fachada ha estado a cargo de la empresa Tarma. «Algunas de las partes más oscuras son las que se mantenían conservadas en la fachada, las más claras son partes que se han ido restaurando», comenta Dorao. Tanto Dorao como la empresa Tarma han tratado con sumo cuidado los detalles del edificio para que no pierda y conserve así todos los detalles que lo hacen especial. «Hay muchas cosas que hemos querido conservar para que no pierda la esencia», explica Dorao, que el pasado viernes hizo de guía de la obra para un grupo de personas, con motivo de la Semana de la Arquitectura en Málaga.

Al entrar, da la bienvenida un amplio y luminoso patio, que antes de las obras era mucho más reducido. Asimismo, los arcos del patio estaban tapados por capas inmensas de pintura que no dejaban ver su acabado en ladrillo a sardinel. La vieja construcción está ahora totalmente acondicionado. Consta de tres plantas, incluyendo la planta baja, y además, se ha recreado un pequeño torreón existente.

En las estancias se han conservado los techos reforzados con madera de pino de Flandes. Asimismo, el tejado ha sido reformado con la misma técnica con la que se encontró al principio: tejas dispuestas con una capa de mortero por encima, en el que destaca su forma, «similar a la de los tejados orientales», cuenta Ignacio Dorao.

La obra tiene como promotor al Instituto Nacional de la Vivienda y el Ayuntamiento de Málaga. Por este motivo ha sido adaptada para que albergue ocho viviendas que serán destinadas a personas de la tercera edad en riesgo de exclusión. Todas estas viviendas están acondicionadas para el uso inmediato. El Barroco vive en El Perchel.