­Málaga, la capital, ya recibió una bofetada en 2011 fue excluida del trazado del corredor ferroviario del Mediterráneo, que unirá Algeciras con el centro de Europa (más de 3.500 kilómetros) siguiendo un trazado cercano a la costa. La idea es subsanar el histórico déficit español en la exportación de productos y materiales. Cuando llega a Almería, este itinerario se mete hacia el interior por Granada, Antequera y Bobadilla para llegar a Algeciras. Hay otro eje, otro corredor, el Central, que unirá Algeciras con el norte de España vía Madrid. La sociedad civil levantina ha apostado fuerte por que se priorice la construcción del corredor Mediterráneo, pero Andalucía, una comunidad con una extensión similar a Portugal, también necesita el Central, sobre todo porque el puerto estratégico de la región es Algeciras. Mientras que en otras zonas la pelea es por priorizar el Mediterráneo o el Central, aquí, en la ciudad, la postura es única, al menos en las instituciones: hay que hacer los dos, porque para la autonomía también es vital el Central.

Estos dos grandes trazados están regados de dinero europeo, de forma que la UE subvencionará hasta el 20% de la infraestructura. Sin embargo, las obras van lentas y casi todo el trazado sobrevive, por ahora, en el papel. Para 2025 debería estar concluido el corredor Mediterráneo. Si se ven los datos, se comprueba que esa afirmación ahora es humo: de los trazados andaluces, el Algeciras-Bobadilla (básico para los dos corredores) está en proyecto; el Bobadilla-Granada ya se encuentra en obras; el Granada-Almería y la conexión de Almería con Murcia están en proyecto. Nada, por ahora. Los empresarios de la Comunidad Valenciana, Cataluña o Murcia, e incluso los almerienses, quieren ver ya este corredor terminado. Cuando Málaga, la ciudad, se quedó fuera de la ecuación, se dijo que pasaba por Antequera, corazón logístico de Andalucía, y que la urbe y la Costa del Sol no exportan mucho, más bien reciben visitantes. El alcalde, Francisco de la Torre, considera que «es bueno que el corredor del Mediterráneo se haga, articula el Mediterráneo, nunca es más adecuado que ahora recordar la conveniencia de tener bien articulada Cataluña, Murcia y Andalucía Oriental, todo conectado al servicio de una Andalucía dinámica y que los puertos estén conectados al corazón de Europa». Y añade: «Sin perjuicio de que la estrategia en relación a Algeciras nos hace oportuno pensar en el Central». «Hemos de avanzar en los dos sentidos», declaró.

La Junta aquí lo tiene difícil, porque los empresarios del Campo de Gibraltar y Algeciras exigen que se ejecute el Central ya o primero, pero que haya rapidez. En Almería, la cosa se ve de manera diferente. Sin embargo, la posición oficial es defender ambos, porque ambos son esenciales para la región. El delegado de Gobierno de la Junta en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, explica: «Desde la Junta estamos reclamando que se cumpla con los programas europeos para la puesta en marcha de los corredores ferroviarios atlánticos, fundamentalmente el Central y el Mediterráneo, que permita la salida de mercancías y conectar Europa con los principales puertos de Andalucía, el Algeciras, con la conexión Algeciras-Bobadilla, y ya salida hacia el Mediterráneo y el norte de España, y además esto permitirá la conexión con el Puerto de Málaga».

Ruiz Espejo cree que no se puede desaprovechar por la falta de inversiones del Estado. Para Málaga, por tanto, son fundamentales el tramo Algeciras-Bobadilla y la conexión con el Puerto. Además, el corredor Mediterráneo pasará por Antequera, donde está prevista la construcción del puerto seco, lo que convertirá a esta ciudad en el principal nudo logístico del sur.

Pero tampoco se puede olvidar el corredor Central. «Para nosotros es fundamental la salida de mercancías hacia el norte, los dos corredores son prioritarios, pero evidentemente el que a Andalucía en este momento le permite aprovechar mejores oportunidades es el Central, es el que nos va a permitir aprovechar la conexión Algeciras-Bobadilla con el Puerto». El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara, es contundente: «El corredor Central es absolutamente compatible con el Mediterráneo, quien no quiera verlo así se equivoca». Pide que se trabaje de forma uniforme y recuerda que hay un tramo importantísimo, el Algeciras-Bobadilla. «De nada sirve que el corredor ferroviario se desarrolle en Levante o en Murcia o Cataluña si no se hace ese tramo, es vital. Europa comienza en Algeciras, en el Campo de Gibraltar». También recordó la importancia del ramal de Antequera a Málaga «en doble vía de mercancías y personas».

El presidente de la Diputación, Elías Bendodo, explica su postura: «Considero fundamental que las administraciones apuesten por el Corredor Mediterráneo y lo impulsen como un eje logístico prioritario». «El corredor supone un proyecto clave para conectar Málaga con el arco mediterráneo y Algeciras a través de Antequera», señala. «El trazado aprobado por la UE a propuesta del gobierno socialista no corresponde con lo que propuso el PP, pero en esta fase del proyecto no hay que mirar hacia atrás sino hacia delante», agrega. «Desde el PP defendimos con fuerza que el corredor discurriera por el litoral pero con el nuevo trazado se ha logrado vertebrar una comunicación directa del Puerto de Málaga con el norte de Europa».