La Comandancia de la Guardia Civil en Málaga ha acogido este jueves por la mañana, como cada año, el acto de celebración en honor de su patrona, la Virgen del Pilar, y de la fiesta nacional del 12 de octubre. Al evento han acudido numerosas autoridades políticas y militares de la provincia, pero sobre todo el programa ha planeado la deriva independentista de Cataluña y los mensajes de solidaridad con los funcionarios del instituto armado desplazados en aquella comunidad, acusados por los nacionalistas, junto a sus compañeros de la policía, de reprimir severamente a los ciudadanos que intentaron votar en el referéndum del primero de octubre. Tal era el clima de apoyo a estos efectivos, que se ha suprimido el vino español que se servía tras esta cita.

El coronel jefe de la Comandancia, Jesús Esteban Gutiérrez, ha querido en su discurso ha dicho a los agentes que están en Cataluña: "No están solos, ni sus familias ni sus hijos ni los catalanes que se sienten tan españoles como nosotros". Antes, ha explicado que los miembros del cuerpo se sienten especialmente "queridos, animados y apoyados por la mayoría de los españoles", que estos días les han hecho llegar numerosos mensajes de cariño. Ha pedido a la Virgen del Pilar que "los responsables de esta ofensa vuelvan a la senda constitucional de la que nunca debieron salir".

El subdelegado del Gobierno, Miguel Briones, reconoció la difícil labor de estos agentes "en un contexto tan hostil", ha abogado por restaurar el orden público y ha aclarado que están siendo "ejemplares, alejados de sus familias, para velar por nuestra convivencia en nombre d ella Constitución y la patria". "El pueblo está con vosotros", ha afirmado, y más después del "despreciable trato" que han recibido de algunos en Cataluña. Ha acusado a los nacionalistas de "miopía intelectual" y de ser sólo capaces de "levantar muros", para acabar con vivas al Rey, la Guardia Civil y España. También ha repasado la labor de la Guardia Civil en distintas operaciones contra la trata de blancas, el crimen organizado internacional o la violencia de género.

Al acto han asistido el teniente de alcalde de Economía y Hacienda, Carlos Conde, el edil de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, entre otros concejales del equipo de gobierno; el portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá y el diputado nacional Guillermo Díaz, así como el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, algunos de los diputados, la presidenta de la Audiencia Provincial, Lourdes García Ortiz, el fiscal jefe, Juan Carlos López Caballero, el comisario de la Policía Nacional, Francisco López Canedo, los diputados del PP Carolina España y Avelino Barrionuevo, así como numerosos representantes de cofradías, organizaciones empresariales y sindicales. También ha acudido el líder del PSOE en el Ayuntamiento, Daniel Pérez, y el concejal socialista Rafael Fuentes.

Los momentos más emotivos se han vivido en la entrega de las medallas e insignias. Así, la Cruz al Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo ha recaído en tres agentes que, el 23 de octubre de 2015, redujeron a un individuo que caminaba por la calle esgrimiendo una navaja contra los viandantes al grito de "Alá es grande". Uno de los funcionarios resultó herido y los otros dos debieron usar sus armas para repeler la agresión y detenerlo.

También se han entregado numerosas cruces al Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco a casi cuarenta agentes, aunque una de las más aplaudidas fue la que ha impuesto a la jefa provincial de Tráfico, Trinidad Hernández, que esta ha recibido de manos del subdelegado. Han recibido, además, esta distinción el comandante naval de Málaga, Javier Gutiérrez de Rubalcaba, el dueño del Pimpi, José Cobos, y un inspector jefe de la policía.

El Ayuntamiento entregó una distinción por la actuación de la Guardia Civil durante las últimas inundaciones sufridas en la capital; el teniente del Seprona, Francisco Fernández, recogió otra distinción al mejor servicio de medio ambiente por el rescate de 319 animales abandonados y Miguel Gutiérrez, hermano mayor de la Expiración, ha hecho entrega del galardón al guardia civil más veterano de la provincia, Francisco Rodríguez, de 91 años, entre numerosas distinciones e insignias.

Al final, como ya es tradición, se ha entonado 'La muerte no es el final' por los caídos, se ha realizado la ofrenda floral, ha habido salvas de honor y, por último, los asistentes han cantado el Himno de la Guardia Civil.