La comisión de Ordenación del Territorio del Ayuntamiento de Málaga ha aprobado, con el apoyo de PP, PSOE y Ciudadanos una moción de la formación naranja en la que se insta al propio Consistorio, el Gobierno, la Junta de Andalucía y la Autoridad portuaria a "agilizar en la medida de lo posible y conforme a la legalidad" los trámites relativos al futuro hotel de lujo, que tendrá una altura de 135 metros y supondrá una inversión por parte de un grupo de empresas cataríes de 115 millones, además de generar 1.700 empleos tanto durante la construcción como a lo largo del periodo de explotación, de 20 años.

En la moción, presentada por el edil naranja Alejandro Carballo, se pedía además que la Junta opte por una evaluación ambiental corta, de cuatro meses, frente a la ordinaria, de dieciocho, lo que ya decidió la Administración autonómica el viernes en medio de una gran polémica que ayer se trasladó al pleno. «El 80% del pleno se encuentra a favor de este proyecto que, además, serviría como acicate para que Málaga se convierta en puerto base de cruceros», dice Carballo en su moción, para añadir: «Es preciso que Málaga no pierda el salto y aglutine inversiones ahora que la coyuntura geopolítica es convulsa». También criticó los excesivos trámites, más de 40, que aún le quedan al proyecto.

La iniciativa suscitó de inmediato el apoyo del PP y el PSOE. Francisco Pomares, edil de Urbanismo, recordó que es un proyecto apoyado por «la mayoría de la ciudad» y destacó que el hotel de lujo acata la legalidad. El viceportavoz socialista, Sergio Brenes, también dijo sí. Sin embargo, los representantes de Málaga para la Gente, Málaga Ahora y el edil no adscrito Juan José Espinosa votaron en contra y se mostraron muy críticos. El portavoz de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, criticó «las desafortunadas declaraciones del delegado de Medio Ambiente» sobre el impacto visual de la torre. «A lo mejor la solución para el impacto ambiental es que nos traslademos los malagueños, para no verlo», dijo, y luego destacó que la burocracia a veces es necesaria para proteger los bienes jurídicos de la ciudad: Francia, Holanda o Bélgica tienen mucha burocracia, destacó y menos que España la poseen «Uzbekistán, Zambia y México».

El rifirrafe fue entre Brenes y la portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, quien destacó que este es un proyecto extraordinario que necesita incluso la aprobación del Consejo de Ministros. «Con 18 meses se podía hacer con más garantías». Criticó también al gerente de Urbanismo por pedir la tramitación simple. «Es una chapuza tras otra chapuza, si así va a ser este hotel, vamos a degradar a la ciudad hasta límites insospechados», precisó. Pomares intervino entonces para criticar a algunos «pseudomedios de comunicación que intentan manipular la realidad», aunque no quiso aclarar cuál, después de pedírselo Zorrilla y Torralbo zanjó la disputa con una acusación a los tres partidos que votaron a favor: «El PP, el PSOE y Ciudadanos se parecen demasiado, ahora sí se le puede decir a la Junta que corra; es una postura incoherente y contradictoria», señaló, en referencia a los socialistas.

Brenes pidió calma y, pese a que «la cuestión crea y levanta pasiones», destacó que la moción se refiere estrictamente «al cumplimiento de la ley». «Optamos por el futuro», señaló, para recordar que los socialistas no son un partido que sólo se apunta al «no por el no». Francisco Pomares cerró la diatriba recordando que la construcción del hotel del puerto iba en su programa electoral para las