Diez años después del estallido de la crisis económica a nivel internacional (la fecha oficial es agosto de 2007 aunque en España los efectos nocivos sobre el empleo no comenzaron a percibirse de forma clara hasta 2008), la provincia de Málaga ha conseguido recuperar casi por completo la cifra de empresas que ostentaba en aquella época aunque las cifras de paro continúan un 74% por encima de las de entonces. Los últimos datos de la Seguridad Social indican que la provincia cuenta a septiembre de 2017 con cerca de 58.600 firmas adscritas al Régimen General, el mejor dato desde el comienzo de la recesión y ya muy cercano a las 59.300 que se contabilizaban durante ese mes en 2007, ejercicio que marcó el cénit del boom económico.

En el último año, Málaga ha añadido además 600 empresas a su censo, lo que confirma la tendencia revitalizadora que atraviesa el tejido productivo, siendo más los nuevos negocios que cada mes se constituyen en Málaga que los que desaparecen. Durante los ejercicios más duros de la recesión, el censo en Málaga llegó a caer a niveles de entre 47.000 y 49.000 firmas en la provincia. Fue a partir de 2013 cuando se empezó a experimentar un repunte, inicialmente muy leve y luego de mayor intensidad.

El alza del censo empresarial, sin embargo, se ve empañada por las cifras de paro que, pese a venir bajando de forma generalizada dede el año 2013, siguen todavía muy por encima de las que se registraban hace una década. Los números son claros en este sentido: Málaga tiene actualmente 149.135 parados, volumen un 74% superior a los 85.297 de septiembre de 2007. El 96% de los municipios de la provincia, entre ellos todos los de mayor población, tiene ahora más paro que hace diez años. Málaga capital, por ejemplo, cuenta con un total de 60.612 desempleados, lo que supone 22.400 más, mientras que Marbella registra 10.509 (con una subida de 4.500), Vélez Málaga 7.385 (3.800 más), Mijas 6.328 (3.400) y Fuengirola 5.767 (3.600), por citar las localidades con mayores volúmenes. Tan sólo cuatro pequeños pueblos del interior (Igualeja, Montejaque, Benadalid y Benarrabá, todos ellos con poblaciones por debajo del millar de habitantes) presentan menos desempleados que entonces.

Las cifras de afiliados a la Seguridad Social en la provincia sí están más parejas con respecto a 2007. Si entonces se manejaba una cota de más de 606.000 cotizantes en la provincia, la cifra está ahora en 592.7000. Sin embargo, la calidad del empleo se ha resentido mucho, como denuncian los sindicatos, con unas altísimas tasas de temporalidad (muchos trabajadores encadenan un contrato en diversos puestos y empresas) y con un peso creciente de la jornada a tiempo parcial en detrimento de la jornada completa.Menos empleo de media

Lo cierto es que, aunque el panorama económico ha mejorado significativamente, los propios empresarios son los primeros en reconocer que el actual tejido productivo no puede compararse todavía al que había antes de la recesión, sobre todo porque las compañías manejaban de media en aquel entonces plantillas superiores a las de ahora.

La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) ha recordado en diversas ocasiones que las empresas que han ido desapareciendo durante la crisis (se calcula que en total han sido más de 16.000 en la provincia) eran en muchos casos negocios muy asentados (en sectores, por ejemplo, como el constructor) que generaban más empleo que los que vienen surgiendo ahora (en bastantes ocasiones negocios que responden al perfil de autoempleo en régimen de autónomo o al de pequeñas firmas con tan sólo una media de entre dos y cuatro trabajadores).

La realidad así es que el 81% de las empresas de Málaga tiene como máximo cinco trabajadores y el porcentaje sube al 96,5% si se le añade la horquilla de entre seis y 25 empleados. Según advierten la CEM y la Cámara de Comercio, ese déficit de dimensión dificulta mucho a estos negocio afrontar operaciones y negocios de mayor calado o competir en mejores condiciones en un mercado cada vez más globalizado. Por contra, el peso de las firmas de mayor dimensión sigue siendo muy pequeño en la provincia. Málaga sólo tiene un 1,9% de empresas de entre 26 y 50 trabajadores, otro 0,8% de entre 51 y 100 y tan sólo un 0,6% de compañías que superan el centenar de trabajadores, según el Observatorio de las Ocupaciones de 2016.