El consejo de administración de la televisión municipal Onda Azul aprobó ayer reclamarle al Ayuntamiento de Málaga una inyección de casi 220.000 euros para tapar tres agujeros económicos de la gestión de los dos últimos años y evitar así que la empresa cierre el año con déficit. De esta manera el Ayuntamiento, que financia en solitario el mantenimiento de esta empresa (salvo los escasos ingresos por publicidad), con casi 2 millones de euros por año, deberá ahora incrementar esa manutención con estos 220.000 euros que evitarán que Onda Azul tenga un resultado negativo al final del ejercicio, lo que pondría en peligro su continuidad.

La propuesta, presentada por la gerente de la empresa Vanesa Martín, ha contado con el respaldo de todos los consejeros del Partido Popular, Málaga Ahora, Izquierda Unida y Ciudadanos (que no asistió y delegó el voto en el PP) y el voto negativo del PSOE, el único que se ha opuesto a esta «operación de maquillaje financiero», en palabras del consejero Francisco Conejo.

Por un lado, Onda Azul le pide al Ayuntamiento 101.000 euros del IVA. La operación es rocambolesca. El Ayuntamiento transfiere una cantidad a Onda Azul para inversiones, la empresa realiza y abona la inversión correspondiente con el IVA; posteriormente Hacienda le devuelve la parte de IVA que desgrava y Onda Azul, en vez de devolver ese dinero al Ayuntamiento, se lo queda.

Ahora para cuadrar las cuentas de ambos, el Ayuntamiento debe recibir ese dinero; como Onda Azul no lo tiene, la operación aprobada ayer consiste en reclamarle los 101.000 euros al Ayuntamiento, recibir dicha cantidad para después reingresarla a las arcas municipales.

El consejo aprobó también reclamarle al Ayuntamiento 50.000 euros que Onda Azul tiene contabilizado como de dudoso cobro. Se trata de facturas que la empresa no ha podido cobrar y que ahora son costeadas por el Ayuntamiento.

Entre las facturas impagadas figura una de 3.230 euros de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) del año 2012 y otra de 2.360 euros del la Fundación Palacio de Villalón, que gestiona el museo Carmen Thyssen, del mismo año.

Por último, se le reclama al Ayuntamiento para que reponga los 68.200 euros que la empresa Onda Azul pagó por la compra de cinco cámaras que nunca recibió. La reposición se pide pese a que la sociedad municipal ha recibido la devolución de ese dinero por la empresa que recibió el encargo de suministrar las cámaras.