«El Palo se ha convertido en Hamelin», sentencia la dirigente vecinal Isabel Azuaga, que cree que pronto habrá que llamar al famoso flautista. Si convivir con un solar ya es problemático, si la parcela está llena de ratas y ratones, la situación puede cambiarte la vida.

«Una de las ventanas que dan al solar es de mi casa. El otro día fue mi hija a tender y vio a un ratón subiendo por la pared. Llevamos años sin poder abrir las ventanas. La abro solo cuando voy a limpiar, y corriendo porque se meten dentro», cuenta una vecina.

El solar en cuestión está en el número 106 de la avenida Salvador Allende, frente a la peña madridista del barrio. Como explica otro vecino, se trataba del histórico bar Juan Perico que, cuando cerró, el terreno fue adquirido por una tienda de muebles, para montar un almacén, «pero le dijeron que no era viable y se lo vendió a una inmobiliaria».

Además, como detalla otra vecina, el Ayuntamiento obligó a los propietarios a subir el muro de la parcela, «porque se estaba convirtiendo en un estercolero», pero eso ha propiciado que algunos incívicos tiren dentro la basura, y proliferen tanto ratas como ratones. Otra vecina, por cierto, cuenta que su marido mató dos ratas.

Confirma los tres años sin limpiar Rafael Caparrós, presidente de la asociación de vecinos Zona Popular del Palo, que ayer acompañó a los vecinos: «Este tema lo denunciamos hace tres años, llegaron aquí los dueños y limpiaron el solar, en colaboración con el Ayuntamiento. Lo dejaron muy limpio, han pasado tres años y ahora no tenemos ni idea de quién es el dueño. Hace un mes y medio lo presentamos en el consejo territorial, el concejal nos dijo que iba a tomar medidas y no se ha hecho nada». resume.

La vecina más afectada es sin duda Antonia Segovia. Su casa mata linda con el solar, «y mi niño no duerme en casa, duerme en casa de mi madre». Antonia, que reconoce que lo está pasando «muy mal» , muestra su casa, en la calle Corchuelo. En el patio delantero se aprecian cagadas de rata, por eso, hasta en el resquicio de la puerta ha colocado una manta. También ha tenido que bloquear tapas de registro, cerrar a cal y canto las ventanas y tirar parte de la ropa. «Los ratones han hecho un agujero en el armario», lamenta.

Nada más salir de su casa, Paco, otro vecino, muestra una rejilla de aguas pluviales, que los vecinos han tenido que cubrir con una telilla para que no salgan los roedores. Al pie de otra casa mata, un vecino ha tenido que verter en plena calle un pegamento especial, para cazar estos animales. «Atrapó cinco ratones, lo que pasa es que luego vinieron las tórtolas y se los llevaron», cuenta.

Rafael Caparrós recalca, no obstante, que se trataba de un problema de todo el entorno de la calle Pedraza Páez.

A este respecto, la concejala y portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, reclamó ayer una solución para el solar y toda la zona y recordó que el Ayuntamiento «debe mantener el alcantarillado en condiciones, porque sabemos que cuando hay poca agua, las ratas suben y debe haber un control y seguimiento más exhaustivo». Para Torralbo, «hay un problema de salud pública con estos temas y El Palo, en este sentido, está muy abandonado».

Una portavoz de la Gerencia de Urbanismo informó ayer de que en 2013 se abrió expediente a la propiedad, «se le ordenó que limpiase y cumplió y ahora se volverá a instar a ello».