El grupo municipal de Málaga para la Gente ha denunciado que el Obispado ha inscrito los jardines de la calle Císter, anexos a la Catedral de la capital, a su nombre, por lo que solicita que ese suelo sea restituido a la ciudad al considerar que es nulo el supuesto acuerdo en el que produjo ese pacto administrativo, fechado en 1942, y producido en el seno de la entonces llamada Comisión Municipal Permanente.

Málaga para la Gente se interesó por el asunto y recibió respuesta el 16 de octubre de este año. El alcalde, Francisco de la Torre, les traslada el acuerdo de la Comisión Permanente del Ayuntamiento de 23 de enero de 1942. Según el portavoz del grupo, Eduardo Zorrilla, el Obispado trató de inscribir hace unos años a su nombre esos jardines y el Catastro, al no tener clara la titularidad de esa zona, pidió un informe de subsanación de discrepancias en la titularidad de bienes inmuebles al Servicio de Patrimonio Municipal. En el primero de ellos, fechado en junio de 2011, se explica que el Ayuntamiento y el Obispado tienen desde hace 20 años una comisión en la que se estudia toda clase de asuntos patrimoniales, como son los suelos de propiedad municipal que se permutan, ceden gratuitamente a la Iglesia para nuevas parroquias o los inmuebles de la diócesis y sobre los que se proponen actuaciones urbanísticas. «En el caso que nos ocupa, los jardines de la Catedral de la calle Císter, ni el Obispado ni el Ayuntamiento poseen título inscrito sobre los mismos, pero para el Consistorio son unos jardines públicos que no sólo mantiene y conserva, sino que también administra», subraya el entonces gerente de Urbanismo, Javier Gutiérrez Sordo.

«Nos encontramos con una zona verde pública de competencia municipal que, como mínimo, en los últimos sesenta años ha estado afecta al uso público, formando parte del dominio público local». Así, «parece ser, y habrá que sondear los archivos históricos tanto del Obispado como del Ayuntamiento, que en los años cuarenta del pasado siglo el Obispado cedió el terreno al Ayuntamiento y este se comprometió a ajardinarlo, mantenerlo y conservarlo», agrega. En cualquier caso, el asunto debía ser tratado en la próxima comisión técnica del Ayuntamiento-Obispado.

En un nuevo informe, esta vez fechado el 22 de marzo de 2012, el gerente de Urbanismo señala que el 5 de julio de 2011se remitió a la Gerencia un escrito que finalizada comentando que el Ayuntamiento y el Obispado «iban a sondear sus respectivos archivos a fin de aclarar la titularidad de los bienes». Así se hizo, y afloró que a finales de los años 20 el Consistorio redactó un plan de grandes reformas que en la zona de la Catedral se concretó en un plan de ensanche para ampliar las calles Císter y Río Rosas, hoy Cañón, «más la creación de unos espacios libres entre ambas y la Catedral». En los años 30, el Consistorio adquirió las fincas 4, 6, 8 y 10 de la calle Císter y la finca 2 de Río Rosas. Así, en 1941 se expropió la finca 2 de Císter, «colindante con el patio de la entrada de la Catedral conocido como de las cadenas».

Entre esas fincas y la actual fachada de la Catedral había dependencias catedralicias que el Consistorio no expropió pero derribó en los años 30. «Dado el recorrido sinuoso que tenía la nueva linde entre las fincas adquiridas por el Ayuntamiento y el solar del Obispado, se decide regularizar dicha linde, diseñándola con pocos trazos rectilíneos y permitiendo que ambas partes mantengan la misma superficie de suelo de la que son titulares». Esa regularización se plasmó en un plano de enero de 1939, formalizándose el deslinde en el 42. «A principios de los años 40, el Ayuntamiento creó un jardín sobre los citados terrenos y el Obispado autorizó al Ayuntamiento a ocupar la parte de suelo que es de su propiedad, sin que dicha ocupación suponga una transmisión de titularidad; e, incluso, se deja abierta la posibilidad futura de volver el Obispado a ocupar el terreno para construir dependencias de la Catedral», asegura Gutiérrez Sordo. «Todo es aceptado y aprobado por acuerdo de la Comisión Municipal Permanente de 23 de enero de 1942», agrega. Por todo ello, «hay que hacer constar que la porción de terreno de los jardines de la Catedral de 415 metros cuadrados no es de titularidad municipal, sino que pertenece al Obispado de Málaga, debiendo así constar en el Catastro».

Zorrilla entiende que el alcalde de entonces, en un Ayuntamiento franquista, hizo deslindes y escrituras. «Este acta de 1942 no justifica que los jardines sean del Obispado. Ahí lo que se autoriza es hacer un deslinde, pero no sabemos dónde están las escrituras», apunta, al tiempo que aclara que ese acuerdo es nulo, «porque va contra bienes municipales» y, por tanto, «han de volver a la ciudad».