­El PSOE unió sus votos los de Ciudadanos y PP para votar en contra de que se rechace el proyecto del fututo hotel del puerto, en el dique de Levante . Se trataba de una moción de IU Málaga para la Gente que pedía rehusar el proyecto «por sus tintes especulativos, por su falta de garantías y su impacto visual en el lugar más sensible de la ciudad, en la bahía de Málaga, frente a la alcazaba, el parque y la catedral, lo que sin duda alterará de manera significativa el paisaje y tendrá un importante impacto visual y ambiental».

Frente a este rechazo inapelable, hubo dos concesiones contenidas también en la moción. La primera la de instar al equipo de gobierno a adoptar todas las medidas oportunas desde la Gerencia de Urbanismo (GMU), el OMAU, y las áreas de Movilidad, Economía, Playas y Medio Ambiente, «para acometer estudios serios y rigurosos de viabilidad económica, ambiental e impacto paisajístico del rascacielos de uso hotelero del Puerto y que se aclaren las determinaciones concretas del proyecto».

La segunda concesión, pedir a la Autoridad Portuaria y al equipo de gobierno que se establezcan «garantías extraordinarias» a los promotores del proyecto para que puedan responder con las cantidades adecuadas en el caso de gastos, daños y perjuicios causados por la ejecución inadecuada del proyecto, abandono del mismo o resolución del contrato por incumplimiento culpable del contratista.

También salió adelante instar a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento «a garantizar la máxima información y participación pública ciudadana», así como dotar al proceso administrativo de mayor transparencia frente a la opacidad existente.

También salio adelante instar al equipo de gobierno a que «se impulse un debate en profundidad» sobre el proyecto de rascacielos, «transparente, con la máxima participación ciudadana consultando a los principales expertos en materia de hoteles y casinos, profesionales y de técnicos de un reconocido prestigio y solvencia profesional, con informes técnicos serios y rigurosos, por tratarse de un tema de importancia por ser la fachada principal de la ciudad y de una obra que va a perdurar durante muchas décadas».

El concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, tachó de «infantil la rabieta de muchos grupos políticos y personas cuando se les lleva la contraria» y pidió respetar todas las opiniones y también «las que luchan por le desarrollo de la ciudad».