La diócesis de Málaga quiere desterrar la idea de que la Iglesia es sostenida por el Estado. En un ejercicio de transparencia que practica desde hace varios años, el Obispado ha presentado sus cuentas esta mañana, correspondientes al pasado ejercicio 2016. Coincidiendo con el domingo en que se celebra el Día de la Iglesia Diocesana y haciendo un llamamiento a los fieles para que sigan contribuyendo con sus donativos a la labor evangilizadora y caritativa que se desarrolla en todas las parroquias. La importancia de esta convocatoria para que aumenten las suscripciones mensuales y las colectas es capital, ya que la mitad de los ingresos de la Iglesia malagueña depende de la aportación directa de los fieles, según se manifiesta en el balance económico.

El económo diocesano, Guillermo Tejero, y la portavoz del Obispado, Ana María Medina, presentaron en la mañana de este jueves las grandes cifras e incluso se detuvieron en desgranar algunos apartados. Entre los ingresos, destacan las aportaciones directas de los fieles, que representa el 43,5% del total, y que habría que sumar las que realizan a través de las parroquias, con otro 13,30%. En este caso, son donativos que suelen tener carácter finalista. "Si una iglesia necesita pintar sus fachadas, el sacerdote puede solicitar donativos a sus parroquianos con ese fin, y así se respeta", puso como ejemplo Tejero.

La equis que los contribuyentes marcan en sus declaraciones de la Renta, y que el Obispado recomienda que se señalen las dos casillas, reporta a las arcas del Obispado solo el 16,57% de lo que ingresa. En realidad, en una diócesis como la malagueña, es mayor el dinero que se recauda a través de esta vía, porque son más los ciudadanos que desean destinar el 0,7% del IRPF a los fines sociales de la Iglesia. Sin embargo, la cuantía total que recoge la Conferencia Episcopal Española se reparte de forma solidaria entre las distintas diócesis, y las que más reciben ayudan a las que menos tienen.

En total, la Iglesia de Málaga manejó en 2016 cerca de 20,1 millones de euros. Es una cifra que ha aumentado en 1,2 millones respecto al ejercicio anterior, motivado fundamentalmente por ese incremento de los donativos de los fieles, ya sea a través de suscripciones mensuales o a través de las colectas. En las aportaciones directas de los fieles también se incluyen los pagos de los aranceles establecidos por los distintos servicios religiosos que se celebran en las parroquias.

En este sentido, entre los datos que ofreció el económo, destacan que durante el 2016 se celebraron en la diócesis 6.330 bautizos, 5.946 comuniones, 7.595 confirmaciones o 1.493 matrimonios.

El 12,45% de los ingresos del Obispado corresponden a la actividad turística en los eficifios eclesiásticos de interés cultural (la diócesis cuenta con 71 bienes de interés cultural) y a otras actividades, entre las que se incluyen las colectas imperadas, es decir, aquellas en las que la diócesis solo actúa de puente y no se queda con ese dinero, solo lo traminta y lo destina a la Misión Diocesana en Caicara del Orinoco, o a Manos Unidas o al Domund, por ejemplo.

Entre otros ingresos (13,83%) figura el canon que las cofradías aportan a la Iglesia, que corresponde al 5% de las cuotas satisfechas por los hermanos. En toda la diócesis de Málaga (en la que se incluye la ciudad autónoma de Melilla) hay 295 hermandades erigidas canónicamente.

En el capítulo de gastos, la labor pastoral y asistencial de la Iglesia se lleva la mayor parte de los recursos. Son acciones permanente de la Iglesia en las que en 2016 se invirtieron 6,3 millones de euros. La actividad caritativa es muy importante. Cáritas atendió el año pasado a 25.861 personas (la ONG de la Iglesia cuenta con 1.245 voluntarios). Las distintas cofradías, por su parte, hicieron lo propio con 8.340 personas.

En la diócesis funcionan seis centros socio-sanitarios para la atención de enfermos de SIDA, ancianos sin recursos, personas sin hogar y en riesgo de exclusión social. Pero además, se ayuda en parroquias, en centros penitenciarios y en hospitales (10.755 personas). Y en la Misión de Venezuela se atiene actualmente a una población de más de 150.000 personas.

Los sueldos de los 317 sacerdotes de la diócesis suponen 2,9 millones de euros y los del personal seglar que trabaja para la Iglesia malagueña otros 3,3 millones. La partida de personal, en la que se incluye nóminas, Seguridad Social y otros gastos sociales, representa por tanto e. 31,5% de lo que gasta la diócesis.

El Obispado dedica el 11,3% de su presupuesto al mantenimiento de sus inmuebles. Entre las restauraciones más significativas que se llevaron a cabo en 2016, Tejero señaló las de la iglesia de Santiago, San Pablo, Santo Domingo o la Santísima Trinidad, en la capital; la iglsia de la Victoria de Archidona; y las parroquias de Canillas de Aceituno, Mollina y Yunquera. Informó, igualmente, de que se está llevando a cabo obras de ampliación del complejo parroquial de El Salvador, en la zona de las Pirámides, también en Málaga capital, "una zona en expansión que necesita mejorar sus instalaciones parroquiales y que mantendrá los fines sociales de la parcela donde se construye, para beneficio de todos los vecinos".

Quien quiera Iglesia, que la pague. "Lo importante es saber que la Iglesia se sostiene con lo que cada uno de nosotros aportamos y es necesario insistir en este compromiso, más interiorizado quizás en otras sociedades, de que los servicios que se prestan no se sostienen solos", señaló por su parte Ana Medina, que quiso igualmente "agradecer la entrega de todas las personas que colaboran" en la labor de la Iglesia en Málaga. De hecho, más de 6.000 personas trabajan como voluntarios en las distintas organizaciones socio asistenciales.