Urbanismo ha sacado a concurso la peatonalización del lateral sur de la Alameda Principal, que supondrá la reforma de 11.500 metros cuadrados, con un presupuesto de 5.294.100,69 euros financiado por el Ayuntamiento y con un plazo de ejecución de 6 meses. Las ofertas se podrán presentar hasta el 19 de diciembre.

Visto estos plazos, es más que probable que las obras de peatonalización de la acera sur se simultaneen con las del lateral norte, que está licitando la Consejería de Fomento a cargo de las obras de reurbanización por la construcción del metro. Además, también está proceso de contratación de las obras para peatonalizar el tramo entre la calle Larios y Puerta del Mar, que quedaba pendiente y que incluye rehabilitar y reubicar la estatua del Marqués de Larios, con un presupuesto de 2,2 millones de euros.

Estas obras supondrá la reurbanización de uno de los grandes ejes de la ciudad

, que pasarán a tener dos tercios de su superficies reservadas para el peatón, limitando la circulación de coches al carril central, con tres viales reservados para bus y taxi y otros dos para vehículos privados en dirección Oeste. La actuación supondrá la completa renovación de todo el tramo entre la plaza de la Marina y el puente de Tetuán.Detalles de la nueva Alameda

El nuevo espacio peatonal de la Alameda tendrá un pavimento continuo de colores cobrizos, en un gesto por recuperar el material continuo y anaranjado presente en la época. En su superficie, se prevé mobiliario acorde con su destino como equipamientos de ocio, tales como juegos de ajedrez, infantiles, de música, áreas expositivas vinculadas al barrio del Soho, pizarras o mesas de juegos.

Desde el punto de conservación de los ficus, se establece una zona mínima de 5,4 metros de reserva a su alrededor, en un gesto de dignificación a este patrimonio centenario, con un pavimento en el que se alterna un pavimento verde de tierra vegetal y pavimento sólido prefabricado para diferenciarse con claridad del resto de material. Además, el contorno tendrá una zona de protección para los ficus delimitada por acero cortén y un alcorque de arbusto bajo.

El uso peatonal de los laterales de la Alameda aconseja usar un pavimento prefabricado blanco de grandes dimensiones. En la proximidad a la fachada el pavimento es de piedra crema ámbar de formato pequeño, con idea de resaltar las fachadas históricas que se conservan, así como prever una especie de pavimento asemejando una alfombra crema ámbar en los portales de los edificios de la Alameda, creando una pequeña plaza para cada uno.

Tanto la acera norte y sur cuenta con una hilera de árboles de pequeña escala a unos 5 metros de las fachadas, que además de proporcionar una escala más doméstica y una limpieza del ruido visual derivado de la actividad comercial en las plantas bajas. Esta hilera servirá como límite estricto de las posibles terrazas que surjan como apoyo a la hostelería, para preservar en todo caso la mayor parte del espacio para uso ciudadano.

El tráfico queda limitado al espacio central con cinco carriles, de los que dos quedan para el transporte privado y tres para el transporte público. Las paradas de autobuses se situarán en las zonas de pavimento, adquiriendo un color cobrizo para contribuir al efecto llamada del pasajero, pero manteniendo su textura para mimetizarse con el espacio público circundante. El carril bici discurre por la acera norte, constituyendo un total de 470 metros que ensambla con su continuación existente en la zona este y oeste.

Objetivos de la actuación

Actualmente la Alameda es una de las principales arterias urbanas, un lugar marcado por el paso del tráfico rodado; concretamente destina un 70% de su superficie al tráfico rodado (con 11 carriles) y un 30% al uso ciudadano. Partiendo de ello, este proyecto plantea invertir esta situación: conseguir que unas tres cuartas partes de su espacio sean para uso y disfrute de la ciudadanía. Mayores espacios públicos, zonas verdes, paseos, carril bici y equipamientos de ocio caracterizarán esta actuación, que también prioriza destacar las señas de identidad de este ámbito de la ciudad y poner en valor sus elementos arquitectónicos, patrimoniales, la bóveda arbolada y los vínculos culturales.

Cabe destacar que la actuación sobre la Alameda extenderá sus beneficios más allá de su área, favoreciendo las conexiones peatonales norte-sur del Centro Histórico con el SOHO y el eje Larios-Alameda-Puerto.

El Ayuntamiento de Málaga ha redactado este proyecto que contempla destinar a espacios peatonales tanto la zona norte como la sur junto a los edificios, restringiendo el tráfico rodado a la franja central. La totalidad del espacio se regirá bajo criterios de accesibilidad universal y diseño para todos. Al tiempo que se prioriza al peatón, se continúa con la firme apuesta municipal de favorecer el transporte público. En la zona norte peatonal se integrará el acceso al metro de Málaga.

El Ayuntamiento también incluirá referencias a los edificios protegidos y se marcarán en el pavimento las trazas del antiguo Fuerte de San Lorenzo, además de hacer referencia a la figura de Miguel de Cervantes. Se eliminará la rotonda de tráfico frente a calle Larios y se dará realce a la escultura del Marqués de Larios, obra de Mariano Benlliure, integrándola en la zona peatonal que da entrada a la calle que lleva su nombre, y con una zona verde de respeto perimetral que recuperaría su límite de forja original.