Unas 740 viviendas de la urbanización Miraflores de El Palo y bloques adyacentes se encuentran sin agua corriente desde la medianoche del lunes tras detectarse el vertido de un producto espumante en el pozo que suministra el agua a dicha urbanización, que no está conectada a la red de abastecimiento de Emasa. La Policía Nacional ya ha identificado a tres personas en la investigación del vertido que ha afectado a la red interna de suministro, en el Distrito Este de la ciudad. Según han informado fuentes policiales, en los depósitos de agua se ha detectado "una alta concentración de detergentes", según ha comunicado la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) tras analizar el agua en sus laboratorios. Junto al pozo, se encontraron garrafas de un producto espumante.

Tras conocer los hechos la Policía Nacional comenzó una investigación ya había dado frutos, con la identificación de tres personas vinculadas al vertido. Fuentes de la Policía Nacional explicaron anoche que estas tres personas están presuntamente relacionadas con los hechos, y que las pesquisas realizadas por la policía apuntan a que el suceso ocurrió en el transcurso de la limpieza de un trastero y que la sustancia fue vertida por un error en el pozo. La policía también indicó que el producto es no tóxico, y que se trataba de un agente espumoso

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El corte del suministro se mantendrá, en principio hasta este miércoles, toda vez que los responsables de la urbanización han procedido al vaciado del depósito y de la red de tuberías. Durante el día de este miércoles técnicos de Emasa y de la entidad de conservación urbanística de Miraflores procederán con camiones de bombeo a la limpieza tanto del pozo, como de las tuberías y del depósito distribuir, según señaló el concejal de Medio Ambiente Raúl Jiménez. A última hora de la jornada los técnicos plantearán si es posible recuperar el suministro o éste debe seguir cortado . Tras el aviso realizado por varios vecinos de la urbanización de que el agua que salía de los grifos contenía mucha espuma y un olor a amoniaco o lejía, los directivos de la entidad urbanística de conservación de Miraflores acordaron el corte total del suministro del agua, tal y como adelantó este diario en la mañana del martes.

Inmediatamente presentaron una denuncia ante la Policía Nacional a la vez que solicitaron la ayuda de la Policía Local que, ya de madrugada, fue avisando a los vecinos de la situación y del corte del suministro.

La Policía identificó finalmente a las tres personas que vertieron varias garrafas de un producto denominado Lauril a la tubería que sale del pozo, aprovechando que se están realizando obras en la las instalaciones del, pozo ubicado en la calle Pintor Enrique Florido.

La consecuencia fue la contaminación de toda la red de distribución de agua de la urbanización.

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La Policía Local dio a su vez aviso a la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) que, aunque no es competente el asunto, realizó a primera hora de la mañana un primer análisis del agua contaminada cuyo resultado dio la presencia de un producto espumante, "con una alta concentración de detergentes" aunque no tóxico, si bien se emplazaron a realización de un segundo análisis. Por su parte los responsables de la urbanización también encargaron otro análisis en unos laboratorios privados.

A través de un comunicado, Emasa aseguraba que estaba colaborando con la entidad urbanística para resolver la incidencia. Dicha urbanización se abastece independientemente a Emasa mediante pozos y una red interna propia de depósitos y tuberías pertenecientes. "Pese a ello, nueve técnicos y operadores de la empresa municipal visitaron dicha red interna para estudiar la situación y tomar muestras", explicó un portavoz de Emasa que añadió que "la red abastecida por Emasa funciona con toda garantía y normalidad".

La gerente de la entidad de conservación de Miraflores de El Palo, Pilar Gutiérrez, destacó que los primeros indicios de que algo ocurría fue sobre las 22.00 horas, al llamar varios vecinos porque salía agua jabonosa del grifo. Los responsables de la entidad de conservación de Miraflores de El Palo revisaron varios depósitos sin que se encontraran nada raro, hasta que llegaron al pozo de la calle Enrique Florido, donde detectaron varios botes de un producto jabonoso que al parecer habían vertido en el pozo, aprovechando que estaban realizando unas obras de reparación de unas tuberías.

Pilar Gutiérrez señaló que no se descartaba que pudiera ser intencionado, aprovechando las obras del pozo, ya que está en un recinto cerrado y las tuberías están al aire.

El suministro de agua está cortado a las 455 viviendas que forman parte de esta urbanización y a otras 280 viviendas vecinas que reciben el agua habitual de este pozo.

Por su parte, el concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, lanzó un mensaje de tranquilidad al resto de los vecinos de Málaga Este, ya que "no hay ningún tipo de incidencias en los depósitos de Emasa".