­El proceso de selección para cubrir las plazas que oferta la Diputación dentro de la bolsa de empleo que se aprobó el pasado mes de septiembre está siendo más exigente de lo que algunos esperaban. Aunque las pruebas se siguen realizando en estos momentos, ya hay categorías en las que han concluido los exámenes y el resultado ha sido negativo. Como es el caso de las ingenierías, donde ninguno de los aspirantes a una de las dos plazas que se ofertaban ha logrado superar las pruebas, quedando desiertas las convocatorias. Así lo confirmó ayer a este periódico la diputada de Recursos Humanos, Pilar Fernández-Figares. En concreto, se trata de las plazas de ingeniero agrónomo e ingeniero industrial.

Los exámenes constaban de dos pruebas a aprobar por separado. De acuerdo a las bases de la convocatoria, había que obtener una puntuación mínima de 15 puntos. Una exigencia a todas luces elevada, teniendo en cuenta que la puntuación máxima obtenido por uno de los 22 aspirantes no ha superado los 8 puntos. Algo similar ha ocurrido en relación a la plaza de ingeniero industrial. Aunque el número de aspirantes ha sido significativamente mayor, en este caso han sido 112, el suspenso ha vuelto a ser generalizado. Estando el rasero también en 15, el mejor examen entregado no ha pasado de los 14 puntos.

La ausencia de aprobados obliga ahora a la Diputación a convocar de nuevo estas plazas y a redactar unas nuevas bases que serán desarrolladas por el respectivo tribunal. Según admitió ayer Fernández-Figares, esto significa que el proceso para cubrir la totalidad de plazas que forman parte de esta bolsa de empleo se retrasa. En todo caso, negó que se vaya a tirar de la contratación temporal para cubrir estas vacantes que quedarán desiertas. «Implica que abrimos de nuevo el plazo para que se presenten nuevamente las personas que estén interesadas», precisó.

Más suspensos colectivos

Los suspensos generalizados no se ciñen exclusivamente a las ingenierías. En algunas plazas dentro de la categoría de técnico medio, a priori de menos exigencia, también han cateado todos los aspirantes. 41 personas se presentaron a los exámenes para hacerse con una plaza de técnico medio en informática y ninguno de ellos ha logrado aprobar. Lo mismo se ha repetido en el caso de la plaza de técnico medio de archivo, a la que aspiraban 38 personas. Fernández-Figares alude a la «especificación» de los exámenes para explicar cuál cree que ha sido la causa de un número tan elevado de suspensos.