"Los problemas urgentes de la Catedral requieren soluciones urgentes". El consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez, se ha comprometido este viernes en Málaga a dar una respuesta a las filtraciones que persisten en el Primer templo y que, lejos de resolverse, se agravan. Vázquez ha mantenido un encuentro con el obispo de la diócesis, Jesús Catalá, y en un clima de "cordialidad" han intercambiado pareceres "para encontrar la solución de futuro más adecuada para el primer monumento de la ciudad y poner los medios necesarios", según informó el Obispado en un comunicado.

La información oficial es muy limitada. La diócesis mantiene silencio y la Junta, por respeto institucional, tampoco desvela muchos más detalles. Tras algo más de una hora y cuarto de reunión, el consejero atendió brevemente a los medios de comunicación para señalar que "los objetivos son compartidos y consisten en que Málaga cuente con una Catedral en excelentes condiciones. Es un patrimonio de primer nivel y lógicacamente apoyamos su conservación".

Sí quiso hacer una distinción que parece lógica, a priori. Una cosa son los problemas urgentes y otra será concretar el Plan Director, que el Obispado entregó en Cultura en diciembre del año pasado. "Es una visión a más largo plazo", dijo el consejero que, no obstante, se comprometió a dar respuesta con celeridad a los problemas de goteras y desprendimientos que desde hace años sufre la Catedral y que, a juicio de muchos expertos, se deben precisamente a su condición de edificio inacabado. Las cubiertas se agrietan y las actuaciones llevadas a cabo para tratar de acabar con las filtraciones se han mostrado ineficaces. Ni siquiera el último proyecto, que dotó a la Catedral de lo que algunos denominaban segunda piel, en el que se invirtieron más de 1,6 millones de euros, ha sido de la utilidad que los técnicos presuponían.

Lo que propone la Junta es "avanzar en el conocimiento del templo". En otras palabras, como ya informó La Opinión de Málaga el pasado 24 de septiembre y dijo el director del IAPH, Román Fernández-Baca, presente hoy también en la reunión celebrada en el Palacio Espiscopal, hay que "comprobar el problema". "Es un tema de metodología, porque a priori no estamos ni a favor ni en contra de la cubierta del siglo XVIII pero sí que estamos a favor de comprobar antes las causas y la alteración que se está produciendo", resumía entonces Fernández-Baca.

El pasado mes de julio la Junta ya pidió al Obispado un estudio integral sobre el problema del agua y de las filtraciones en la Catedral antes de decidir si se opta por la solución que defiende el Obispado de Málaga de un tejado a dos aguas.

En el escueto comunicado enviado por el Obispado, por su parte, se insiste en que de forma paralela a este encuentro institucional, "los técnicos de la Junta de Andalucía y de la Catedral continúan avanzando en el trabajo ya iniciado sobre el Plan Director y la solución de los problemas que se presentan". "Asimismo, este trabajo técnico hará posible futuras actuaciones que aseguren la vida y el esplendor que la Catedral de Málaga está llamada a ofrecer a la Ciudad de Málaga y a sus visitantes", concluye la nota.

A la renión institucional de esta mañana también asistió el dean de la Catedral, Antonio Aguilera.