Las cámaras repartidas por las carreteras de la provincia de Málaga para controlar el uso del cinturón están sancionando desde hace unos días. Si hasta ahora se estaban enviando cartas informativas a los conductores que eran captados sin hacer uso del dispositivo de retención, Tráfico ya las está gestionando como multas que ascienden a los 200 euros (600 si el titular del vehículo se niega a identificar al infractor) y la retirada de tres puntos del carné. Con 18 dispositivos previstos por la Dirección General de Tráfico, Málaga es una de las provincias que más cámaras suma, aunque por el momento fuentes de esta administración afirman que son pocos los casos que se están detectando en las vías de Málaga.

Estas máquinas, sin embargo, provocan algunas dudas legales que sólo el tiempo dirá si pondrán coto a este sistema que algunos tildan de recaudatorio. En algunas provincias, abogados especializados en reclamaciones de tráfico aseguran que las multas de estas cámaras van a generar una guerra entre los conductores y la Administración por lo elevado de la cuantía, porque consideran que estos dispositivos bordean la invasión de la intimidad y, además, que el sistema ofrece algunas dudas técnicas. «La exactitud de este sistema me parece dudosa y discutible, sin olvidar su posible inconstitucionalidad. Habrá una cascada de reclamaciones», cree el abogado Luis Olay. Habrá que ver cómo van funcionando las cámaras, pero uno de los aspectos que menos le gusta a Olay es que «no se pare al conductor tras detectarse la supuesta infracción, de forma que la multa llegará semanas después de haberse cometido. No parece una buena forma de disuadir y educar al conductor». Pero este tipo de sistemas de control mecanizados «cada vez son más numerosos, con lo que la excepción se ha hecho normal». El abogado Víctor Manuel Sánchez Tejón también cree que habrá un aluvión de reclamaciones. «En primer lugar, porque hay mucha gente que circula sin el cinturón puesto, aunque buena parte de ellos lo hacen por las ciudades. Pero también por la cuantía de las sanciones, que serán de 200 euros, a lo que se añade la retirada de tres puntos del carné. Causarán bastante polémica», opina el letrado.

El presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, es de los que cuestiona la fiabilidad de estas cámaras, ya que asegura que esta tecnología no está sometida a controles metrológicos y no garantiza la inalterabilidad del documento. Arnaldo argumenta que esta herramienta se basa en un software que trabaja bajo un patrón de píxeles que pueden provocar errores y, por tanto, «no tiene garantías». El responsable de AEA añade que sin la intervención directa de un agente de Tráfico la sanción no debería ser válida, mientras que considera que la labor pedagógica del sistema es nula. «No es lo mismo informar al conductor de los beneficios de usar el cinturón en el momento de la infracción que enviarle una multa que le llegará semanas más tarde», explica. Sobre la invasión de la intimidad, en cambio, Arnaldo no tiene objeción alguna puesto que el Tribunal Supremo ya ha aclarado que el interior de un vehículo no goza de la inviolabilidad que sí posee un domicilio. De hecho, apunta, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen la potestad de registrar los vehículos sin una orden judicial.