Málaga aumenta a nueve sus estrellas en la prestigiosa guía Michelin de España y Portugal 2018, publicación que se ha presentado en la noche de este miércoles durante una gala celebrada en Tenerife y a la que acudieron los principales espadas de los fogones españoles. El restaurante Bardal de Ronda que dirige el chef Benito Gómez ha obtenido su primera estrella Michelin mientras que mantiene sus dos estrellas el restaurante de Dani García y repiten con una José Carlos García, Sollo, Messina, Kabuki Raw, El Lago y Skina.

Hasta ahora, Málaga se había mantenido ya como punta de lanza en Andalucía: de las 16 estrellas existentes en la comunidad, ocho se encuentran en la provincia malagueña, a la que a partir de ahora hay que sumar una nueva del restaurante rondeño.

En medio de un ambiente de gran expectación, Michael Ellis, responsable de la guía, desveló en la denominada "cena de los cocineros" qué restaurantes ostentan una, dos y tres estrellas el año próximo. La provincia acudía con grandes esperanzas de aumentar sus ocho distinciones, que se reparten siete restaurantes, y al final lo logró una más que sitúan a la provincia de Málaga en la primera línea del panorama gastronómico nacional.

Sobre el restaurante Bardal

Bardal inició su actividad en julio de 2016 y en menos de año y medio ha logrado obtener este galardón, lo que se considera un hito y pone de relieve la calidad y maestría que atesora Benito Gómez y que Michelin ha sabido reconocerle esta noche.

Bardal, según su responsable, es un nuevo concepto de cocina, sin ninguna etiqueta, de una forma libre, usando productos frescos con cocina de mercado. Se trata de una cocina basada en el producto de cercanía y también de temporada, con técnica culinaria pero de cocina pura. La filosofía de Benito Gómez se basa en la utilización de los productos locales como impulsores de las bondades gastronómicas que produce la provincia de Málaga por tierra, mar y aire, aspectos que le han hecho merecedor de una estrella Michelin.

Sabores y sensaciones se combinan en cada plato dentro de una carta compuesta únicamente por dos menús: el Menú Bardal y el Gran Menú Bardal donde se puede disfrutar de un Gazpachuelo frío y cítrico, algas a la crema y sardinas a la brasa; Papada con guisantes y espardeñas; Ciervo a la bordelesa o un Requesón y miel con piel de leche para el postre y poner así el broche de oro a una experiencia única.

La obtención de este galardón supone por otro lado, un incentivo al trabajo que muchos profesionales de la provincia están desarrollando en los últimos tiempos en el sector gastronómico y que ha posibilitado que Málaga se sitúe al mismo nivel de otras provincias españolas que hasta la fecha tenían una mayor tradición dentro de este sector. Málaga se consolida de esta forma como una provincia en la que la gastronomía se convierte en un atractivo turístico en sí mismo.

La maestría de Benito Gómez no sólo quedó plasmada en el restaurante Tragabuches, sino que también en Ronda, hace más de diez años abrió Tragatá, una taberna donde ha venido trabajando hasta la fecha y que se encuentra a escasa distancia del premiado Bardal. Gómez tiene raíces malagueñas. Su padre nació en Campillos aunque él lo hizo en Barcelona. Comenzó en la Escuela de Hostelería de Sant Pol de Mar. También ha pasado por algunas de las mejores cocinas españolas como las de Jean Luc Figueras o de La Alquería, en el Hotel Hacienda de Benazuza.

Bardal cuenta con dos plantas: una más moderna y de diseño industrial con ladrillo, y la otra, con paredes transparentes que permiten contemplar la cocina en vivo además de las bondades de la Ciudad del Tajo a través de sus grandes ventanales.