La superación de la cicatriz del río Guadalmedina es un objetivo básico de la estrategia para 2020. Ahora, una empresa redacta el plan especial del cauce con las premisas básicas de ocho grandes puentes plaza y el soterramientos de las dos avenidas principales, la de Fátima y la de la Rosaleda, pero los más de 300 expertos de Ciedes proponen una serie de actuaciones en tanto que ese plan especial se hace, hasta lo que podrían pasar años (quizás décadas).

El documento las llama propuesta de actuación en fase preliminar o cero, «que se podrían plantear sin ejecutar grandes obras y permitirían mejorar el uso tanto como la percepción que se tiene actualmente de las márgenes del río», actuaciones que se pueden consensuar entre las autoridades hidrológicas y el resto de administraciones. Se puede, por ejemplo, conectar por senderos y carriles bici norte-sur la senda litoral con los Montes de Málaga; señalizar los elementos más señeros del tramo urbano (puentes), recorridos didácticos, paneles de historia común del río y la ciudad; hacer encuestas sobre las aspiraciones y percepciones; una vía ciclista y senderista (algo que rechaza la Junta, pero por proponer que no quede), mejorar las condiciones de las aceras peatonales de la margen izquierda entre los puentes de Armiñán y Tetuán; en Pasillo del Matadero o la avenida de Fátima.

Así, en esa zona se pueden ajustar los carriles rodados al mínimo posible, eliminar los aparcamientos de la acera limítrofe con el río, ajustar los muros a la altura mínima necesaria según el estudio hidrológico, crear una barrera verde con un seto que delimite la zona peatonal de la rodada. En esta zona se situaría el arbolado y el alumbrado público; instalar mobiliario urbano para sentarse, orientados todos al cauce del río; creación de nuevos pasos de cebra que mejoren la comunicación de las plazas y las calles con el paseo junto al cauce y la transformación de elementos limítrofes existentes que ahora parecen residuales, convirtiendo las plazas en zonas más amables para un uso público de zonas verdes y sombra: se habla de la plaza entre los puentes de la Trinidad y la calle Pedro Jorge Lamothe, el Pasillo de Atocha y la calle Comandante Benítez.

Eso sí, el documento insiste en llegar a una propuesta de consenso, de forma que la relación entre el río y la ciudad sea cada vez más amable. En cuanto al soterramiento, considera la Fundación Ciedes que se ganará espacio para uso público, ya que en los dos contornos del río vive el 10% de la población malagueña. Quedan años para ver todas estas medidas.