­La nueva Asociación de Apartamentos Turísticos de Málaga y Costa del Sol (ATUMARCOS) tiene la sede en el propio despacho del presidente, el abogado Carlos Babot, en calle Salvago, 3, primero izquierda. Contacto: aparturmal@gmail.com.

¿Por qué surge la asociación si existe una que ya cubre Andalucía?

Málaga tiene unos niveles de pernoctaciones turísticas y de turismo infinitamente superiores a los de otras provincias de Andalucía, por lo tanto tiene capacidad de tener su propia asociación. Merece tenerla, primero por potencial y luego porque los intereses son distintos a los de otras provincias. Además, muchas de las decisiones turísticas que se van a tomar pasan por ordenanzas municipales. Es un asunto que requiere mucho ámbito local y asociaciones muy respetables que hay, autonómicas, no cubren ese espacio.

¿Qué quiere ofrecer?

La fase normativa de los apartamentos turísticos está muy candente y va a conllevar mucha reunión con las instituciones para defender los intereses del colectivo. Por otra parte, pretendemos la lucha contra los apartamentos ilegales. Es decir, alguien tiene que ocuparse de ellos y si dependemos de la administración, lo llevamos claro. Además, la lucha contra sectores tan lícitos como son los hoteleros, un sector que nos demoniza y lo que hay que hacer es defenderse. Por último, siempre he pensado que las asociaciones lo que tienen que ser es central de compras. Es decir, tengo un colectivo y lucho por él, me siento con botiquines o aires acondicionados y negocio un precio preferente para mis asociados.

¿Qué le parecen los decretos de la Junta para regularizar el sector?

La ciudad ha cambiado per se y una consecuencia más de eso son los apartamentos turísticos. La normativa era necesaria pero tiene ciertos errores. Lo que sigo sin entender es la bicefalia que existe de normativas: el decreto de los apartamentos turísticos y el de las viviendas vacacionales. Este último, de 2016, viene a coger todo pero por otra parte te deja fuera. No es un decreto claro y tiene un requisito que no acaba de entenderse, el del kilómetro de radio de los apartamentos turísticos. El decreto de 2016 no trata de asuntos que le preocupan a la ciudadanía como la masificación en el núcleo urbano o la conducta de los inquilinos.

¿Puede ser un negocio que pase de moda?

Pienso que no. Antes, para viajar era un mundo, ahora con un clic lo haces. Se han abaratado los transportes y cuando se embellece una ciudad, como le ha ocurrido a Málaga, lógicamente pasa esto. Yo creo que hay una cierta burbuja que pasará, pero no lo veo a corto plazo.

¿Cuántos apartamentos turísticos ilegales puede haber en Málaga?

Yo estimaría, a nivel andaluz, que podría haber unas 60 o 70.000 viviendas ilegales y en Málaga unas 25 o 30.000. En la provincia de Málaga, registradas hay unas 15.000.

¿Los ilegales son los que causan problemas de convivencia?

El asunto de la convivencia o los comportamientos de los inquilinos no está regulado y eso afecta tanto a viviendas registradas como no registradas. El problema es que es competencia desleal. En el momento en que no te has registrado en la Junta de Andalucía, se da por hecho que no declaras los ingresos y lógicamente puedes permitirte abaratar, cosa que yo no puedo hacer. Yo, primero, tengo que adaptar mi apartamento a lo que dice la norma. Segundo, tengo que pagar mis impuestos. No es juego limpio.

La mayoría de apartamentos turísticos se concentra en el Centro y provoca la subida de los alquileres a largo plazo.

A mí no me gustaría demonizar el apartamento turístico. Hay que partir de una base que es cierta, lógica y lícita y es que alquilar un apartamento con fines turísticos es absolutamente lícito. Nadie te puede impedir que tengas una segunda vivienda, que la tengas desocupada y que decidas alquilarla a un turista que viene tres, cuatro o cinco días. Partiendo de esa licitud, sí es cierto que hay regularlo, que es lo que ha hecho la Junta, desde mi punto de vista, de forma incompleta. No es una mala regulación pero creo que es escasa y quieren complementarla con las ordenanzas municipales.

¿Cuál es el perfil del cliente de apartamentos turísticos?

De clase media alta, por ejemplo muy superior al de los clientes de los hoteles del todo incluido y en su mayoría, extranjeros. También hay mucho extranjero propietario de apartamentos turísticos.

¿Qué le parecen la tasa y la moratoria que estudia el Ayuntamiento de Málaga?

No se entiende por qué. Todo impuesto o tasa tiene que tener un razonamiento, un sentido, no se puede imponer una tasa porque sí, que además no existe para los hoteles. No puede ser una tasa arbitraria. El concejal de Turismo, Julio Andrade, lo define como una tasa, un impuesto, no sabe bien cómo definirlo. Lo que se intenta es grabar al apartamento turístico. Desde nuestro punto de vista, por presión de los hoteleros. Se habla a su vez de una moratoria en los apartamentos turísticos para evitar en el Centro la masificación. Es un poco contrasentido: voy a embellecer mi ciudad, voy a promocionarla pero ahora no quiero que venga la gente. Ahora, la turismofobia. Es un contrasentido.

¿A qué aspiran?

Nuestra voluntad es que sea la asociación de apartamentos turísticos más importante de España. Por el potencial de Málaga creo que se puede conseguir fácilmente.