Tres empresas se han presentado al concurso abierto por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para redactar el proyecto del futuro parque de Arraijanal, según fuentes autonómicas, una competición que tendrá un ganador de forma inminente. De hecho, la administración autonómica piensa resolver el concurso y adjudicar la redacción de esta importante iniciativa en diciembre o enero, una vez que los servicios jurídicos centrales de la consejería analicen las ofertas.

La Consejería de Medio Ambiente ha consignado, de hecho, en sus cuentas de 2017 un total de 7,5 millones de euros para el inicio de las obras. La consejería incorporó en julio de 2016 la actuación en el parque al programa regional de espacios públicos en coordinación con la Consejería de Ordenación del Territorio. Ello ha permitido programar su ejecución para este año, aunque finalmente el inicio de las obras se retrasará, como mínimo, hasta finales de 2018 hasta que se redacte el proyecto y se expidan los correspondientes permisos. El parque se ejecutará con parte de fondos europeos del programa 2014/2020. Esos 7,5 millones de euros permitirán no sólo redactar el proyecto, sino iniciar la ejecución, que se verá completada con sucesivas asignaciones económicas en las cuentas autonómicas de los próximos años para la provincia.

El proyecto permitirá hacer las obras de urbanización y de restauración ambiental y paisajística en los suelos de Arraijanal. La previsión de la Junta es que la actuación total cueste en torno a 14 millones de euros, una vez que ya se ha dado luz verde desde el Ayuntamiento a la urbanización de la Academia del Málaga Club de Fútbol, cuyas obras de suministro, saneamiento y viales se iniciarán de forma inminente. La Academia irá al norte de la parcela. El parque de Arraijanal ocupará 375.700 metros cuadrados, lo que representa las tres cuartas partes de la parcela ubicada junto a Guadalmar, una de las últimas zonas no urbanizadas de la ciudad. Será un lugar abierto, metropolitano, construido y gestionado por la Junta que además conservará las dunas de arena de la zona.

Esta gran zona verde tendrá un estilo natural. En principio, se trabaja sobre una especie de mejora paisajística. Las construcciones de caminos se harían con madera, a falta de lo que se decida en la redacción del proyecto, con el fin de reducir en lo posible el impacto sobre la parcela y se podría disponer de miradores aprovechando las diferentes alturas de su orografía.

Los árboles autóctonos son el algarrobo y el alcornoque y la flora habitual de la zona litoral tendrán un gran protagonismo, para ofrecer un aspecto lo más natural posible y alejado del diseño habitual de un parque urbano.