El precio que se paga en Málaga por el agua está por encima de la media de ciudades españolas. Concretamente, un 27 por ciento si se atiende al último informe que ha publicado la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) sobre el precio del agua en España. Para determinar esta relación se han puesto bajo lupa los precios del servicio en los principales municipios españoles, capitales de provincia, ciudades autónomas y ciudades de más de 100.000 habitantes.

En la selección resultante de medir el índice de esfuerzo de los usuarios domésticos para el pago del abastecimiento, que incluye a 79 ciudades, Málaga aparece en el puesto 25, con un valor de 127,60, y partiendo de una base de 100. Esto aleja a la capital de la Costa del Sol de los ciudades que más pagan por la factura del agua, como Murcia con 247,37 o Las Palmas con 199,02, y la sitúa en una zona intermedia, aunque apuntando a las capitales que más tienen que desembolsar por el agua. Marbella es la segunda ciudad de la provincia que ha sido incluida en el informe que publica Funcas, siguiendo la estela de Málaga en el puesto 26. Aunque, con 126,60 puntos frente a los 127,60 de la capital, la diferencia en el precio es apenas apreciable.

El esfuerzo que tiene que hacer el malagueño, sin embargo, se duplica si se compara con el de un madrileño. En la ciudad más poblada de España, el esfuerzo de los usuarios para hacer frente a la factura del agua es sensiblemente menor (69,20 puntos). Esto, de entrada, descarta al número de habitantes como un factor determinante.

¿Qué modula entonces el precio del agua? Según Funcas, son varios los elementos que influyen, y en el informe se habla de los «factores geográficos» y de la «estructura urbana». En concreto, se refiere a aspectos que están relacionados con el acceso y la disponibilidad de recursos hídricos en la zona. Esto explicaría la posición de Murcia en lo más alto de la tabla, por un lado.

Por otro, ponen sobre la mesa razones para la preocupación, teniendo en cuenta la actual falta de precipitaciones con la amenaza de sequía. Pese a esta situación, el informe resalta que España es uno de los países de Europa donde el precio del agua es más bajo.

Modelo de gestión

De los 79 municipios examinados, 33 optan por la gestión directa. Como es el caso de Málaga, que canaliza todo lo relacionado con el agua a través de la empresa municipal de Emasa. El resto de las 46 ciudades optan por la gestión indirecta, es decir a través de una concesión o una empresa mixta.

Funcas descarta, sin embargo, que el modelo de gestión tenga una influencia en el precio. El estudio detallado ha permitido concluir que el modelo de gestión directa o indirecta no es determinante para explicar el precio del agua que pagan los hogares en España. Las ciudades más caras están gestionadas de modo indirecto, pero también las más baratas. En relación al recibo que los usuarios domésticos pagan por el servicio, el factor más importante, como es lógico, está en relación con la cantidad del agua que se consume.

Según Funcas, la mayoría de los principales municipios grava el suministro domiciliario de agua mediante tarifas dicotómicas, es decir, con una parte fija (cuota de servicio) y otra parte variable (cuota de consumo). Excepto en Pamplona y San Sebastián, municipios en los que todo el agua consumida se factura al mismo precio, en el resto de ciudades la parte variable se divide en bloques de facturación con precios crecientes.