Peneque El Valiente remató el pasado jueves en la Catedral de Málaga una trilogía histórica de actuaciones que ha llevado a esta compañía de títeres, con más de 50 años de historia y que ha hecho disfrutar a tres generaciones de malagueños, por tres edificios singulares de la capital en solo dos semanas. Además de la Catedral, los niños han preguntado «¿Peneque, dónde te metes?» en el Teatro Cervantes y en el Museo de Málaga.

«Se dice hat-trick en el argot del fútbol cuando un jugador mete tres goles. Pues nuestros títeres han hecho hat-trick actuando en el mes de noviembre en los tres edificios más importantes de la ciudad de Málaga», destaca Antonio Pino, uno de los integrantes de esta compañía «Nos sentimos queridos y estamos agradecidos por el cariño generación tras generación», asegura Pino, que desca que para los artistas el espacio donde actúan «motiva mucho». «Sin duda, las emociones han estado muy presentes», destaca.

La actuación de la Catedral se enmarcó dentro del programa de actividades organizadas por el área de Educación del Ayuntamiento de Málaga para celebrar el segundo Día Internacional de la Ciudad Educadora, que ha congregado a cerca de 1.0000 escolares en las calles del Centro histórico. La lluvia del jueves obligó a posponer el cronograma previsto. Sin embargo, la actuación de Peneque ante el cancel del Postigo de los Abades de la Catedral, a desarrollarse en cubierto, se mantuvo en la fecha prevista. Y asistieron 300 niños en cada una de las dos sesiones que se celebraron, de tercero, cuarto y quinto de Primaria.

En este caso, como narra Pino, con la colaboración de la Fundación Diocesana Santa María de la Victoria, se trataba de dar a conocer a los escolares la vida y obra de Juan Francés de Iribarren en el 250 aniversario de su muerte. Fue un importante compositor del Barroco malagueño y maestro de capilla de la Catedral. La dirección musical del espectáculo corrió a cargo del musicólogo y docente Antonio Del Pino. Como solista intervino el tenor Luis María Pacetti, que interactuó con los títeres de la compañía de Miguel Pino.

«Es una obra creada expresamente», dijo Antonio Pino. Para ello, se ha creado la marioneta de Iribarren, que incluso hace como que toca el órgano de la Catedral y «salió volando por encima de los niños, llegando al teatro de títeres sorprendiendo a todos», añade. «Fue una jornada de mucha alegría en la Catedral», asegura Antonio Pino, que agradece al Cabildo del Primer templo todas las facilidades para poder desarrollar esta actividad.

La única manera de lograr captar la atención de un público tan peculiar es «haciéndolo todo de forma muy gráfica». «La música que hacía Iribarren en el siglo XVIII la escribía cuando la Catedral se estaba construyendo y estaba llena de andamios. O cuando Fernando Ortiz, de quien también se conmemora el 250 aniversario, esculpía», dice este titiritero, que destaca también la selección musical interpretada en directo por una capilla de música. «!Viva Peneque y vivan los títeres!», destaca Pino, cuya compañía no para de registrar lleno tras lleno de público en una sociedad tan avanzada tecnológicamente, con nativos digitales, que sin embargo siguen quedándose con la boca abierta y ponen ojos como platos con las aventuras de estas marionetas de trapo y cartón. «Hemos hecho adaptaciones de todo tipo. Hemos tratado temas como el flamenco, la cocina... y nos faltaba la música clásica y lo hemos completado en la Catedral», señala.

Es lo mismo que ocurrió el pasado 28 de noviembre en el Cervantes, cuando Peneque también intervino en el acto conmemorativo de los 25 años de la Fundación Victoria, «con la compañía de Marco Frisina, el director del coro del Vaticano», que estuvo en Málaga para presentar algunas partes de su obra Pasio Christi, que estrenará, también en el Cervantes, el próximo mes de abril. O el día 18 de noviembre en el Museo de Málaga, donde las marionetas hicieron vibrar a más de 600 personas.