El actor malagueño Antonio Banderas ha adquirido una parte de las acciones de la bodega de El Pimpi, pasando a ser propietario de una parte de esta popular bodega y reforzando así el músculo financiero de la empresa de cara a los proyectos que está desarrollando, dos de ellos de impulso inminente con la nueva línea de cátering y la fundación para aglutinar la labor social, cultural y solidaria de la empresa.

La entrada de Banderas no supone muchos cambios en la estructura interna, quedando ahora dividida la propiedad entre la familia Cobos, Pablo Gonzalo, actual gerente, y el propio Banderas. El histórico Francisco Campos, por su parte, quedará como presidente de la Fundación El Pimpi, que se presenta el próximo 13 de diciembre, a las 18.00 horas, en la Diputación de Málaga. Esta fundación aglutinará y potenciará la actual actividad de El Pimpi en el fomento de las actividades benéficas y de apoyo a la cultura y tradiciones de la ciudad.

Otro de los proyectos que está muy avanzado y que recibirán un impulso con la entrada de Banderas es la nueva línea de cátering, que comenzará su andadura el próximo 22 de diciembre bajo el paraguas de las Bodegas Campos y que desarrollará su actividad en toda la provincia.

Para trabajar a medio plazo queda un tercer proyecto, también ambicioso, como es la creación de una escuela de hostelería, para lo que cuentan con el apoyo de la fundación LaCaixa y de Cerveza Victoria. La idea es cubrir la demanda de formación que existe en el sector de la hostelería, tanto en cocina como en sala, con una escuela donde se combine la formación teórica con la práctica, aprovechando la propia actividad de El Pimpi. Esta escuela, para la que están buscando una ubicación, se centrará en aportar una formación básica y no entrará en el terreno de otras escuelas como Les Roches o La Cónsula.

"La entrada de Antonio Banderas no supone ningún cambio en lo que se venía haciendo", apuntó Pablo Gonzalo, quien recalcó que la negociación con banderas se llevaba "tratando desde hacía meses". "Antonio tenía mucho interés en entrar en la sociedad y estamos muy contentos por la vinculación que ya tenía con la bodega, que se ha aumentado en los últimos años por ser vecino", aseguró el gerente de El Pimpi.

Teatro Alameda

Se trata de la nueva aventura empresarial de Antonio Banderas, que hace escasas semanas anunció haber encontrado por fin el teatro idóneo para desarrollar su proyecto escénico: el Alameda. Recordemos que meses antes se había retirado del concurso para ocupar el Astoria muy dolido por el «trato humillante» que le había dispensado la oposición municipal ("no es amortizable ni sostenible y abunda en un proyecto fracasado como es la sobre explotación hostelera", según IU Málaga Para La Gente, que también tildó de "pseudoconcurso" el proceso de adjudicación por el que el proyecto de Banders resultó elegido). "No quiero convertirme en un segundo Moneo en Málaga", aseguró el actor en la contundente misiva en la que explicaba las razones de su adiós.

Desde entonces, el actor, productor y cineasta malagueño reiteró en diversas ocasiones su adiós pero con un condicional: "No trabajaré con dinero público, que viene muy envenenado. Pero no renuncio en absoluto a hacer un proyecto para Málaga". Después de las fructíferas conversaciones con los responsables del Teatro Alameda, la familia Sánchez Ramade, la colaboración con la familia Cobos viene a rubricar que, desde el ámbito privado, el Antonio Banderas empresario tiene mucha mecha.