Doña María Victoria Soler cuenta que la noche anterior no pudo dormir de los nervios. A sus 85 años, ha asistido a uno de los días más especiales de su vida, porque el Ayuntamiento iba a dedicar una plaza a su marido, en el mismo lugar en el que falleció hace 40 años.

En las antiguas cocheras, primero de tranvías y luego de autobuses de Pedregalejo, Manuel Díaz Millán, nacido en el barrio en 1931, perdió la vida el 13 de abril de 1977 cuando reparaba el parachoque de un autobús: se fue contra la pared cuando el autobús que había delante, por un fallo dio la marcha atrás.

Desde ese día, doña María Victoria, cada vez que pasaba en autobús por las cocheras, junto al arroyo Jaboneros, volvía la cabeza para no ver el lugar en el que murió su marido. Tenía 46 años.

Sin embargo, este rincón de Pedregalejo, reconvertido en una amplia plaza con gimnasio, un tranvía de 1922 y con un edificio original de las cocheras, obra de Guerrero Strachan de 1906, lleva ahora el nombre de su marido. Como adelantó La Opinión en agosto de 2016, un grupo de antiguos compañeros de la EMT, liderados por Francisco Jurado, empezó a recoger firmas de particulares y colectivos para recordar a Manuel Díaz Millán y en su nombre, a los cientos de trabajadores que pasaron por las cocheras.

Manuel, hijo de un trabajador de las cocheras, ingresó en la entonces Sociedad Malagueña de Tranvías en 1945, con solo 14 años y cuando falleció pertenecía al entonces Servicio Malagueño de Transportes.

Un centenar de personas asistió al homenaje, y aunque no asistió ningún responsable de la EMT, sí hubo dirigentes vecinales, concejales, veteranos compañeros de Manuel Díaz y por supuesto, su familia.

El alcalde, Francisco de la Torre, subrayó que «Málaga sabe ser sensible y sabe reconocer un espacio a Manuel Díaz Millán que no podía ser más indicado».

La placa se encuentra en el centenario edificio superviviente de las cocheras, en pie gracias a la asociación de vecinos de Pedregalejo, que se opuso hace unos años a que el Ayuntamiento lo demoliera.

De la Torre aprovechó para recordar que este edificio de 900 metros cuadrados se transformará casi al cincuenta por ciento en sede de la junta de distrito de Málaga Este y en espacio social y cultural, con un presupuesto de 900.000 euros, con cargo a los remanentes de 2016.

En nombre de sus compañeros, Francisco Jurado recordó el accidente de Manuel Díaz, «que, trabajando para engrandecer su ciudad, dio su vida» y agradeció «de corazón» al Ayuntamiento, en nombre de todos, el homenaje. A los trabajadores, por cierto, les gustaría que se añadiera otra placa que explicara por qué la plaza lleva el nombre de Manuel Díaz Millán.

María del Mar Díaz Soler, la hija del carpintero de Pedregalejo, muy emocionada, recordó que sólo tenía 9 años cuando lo perdió y confesó que para la familia había sido «un orgullo muy grande». Doña María Victoria Soler ya puede mirar a las antiguas cocheras y sonreír.