La Gerencia de Urbanismo rechazará la declaración de ruina a un edificio histórico sito en el número tres de la calle Guillén de Castro, en el entorno de Atarazanas, propiedad de la empresa Sociedad Azucarera Larios (Salsa), que lleva desde 1994 sin atender las órdenes de rehabilitación del inmueble dictadas por Urbanismo, salvo obras puntuales en la fachada y la cubierta.

Frente a la petición de Salsa de que se declare la ruina del inmueble, Urbanismo responde con un informe técnico que señala que el edificio no se encuentra en estado ruinoso y que las obras de reparación necesarias se cifran en 380.490 euros, muy por debajo del valor de reposición del edificio que es de un millón de euros.

El informe de los técnicos de Urbanismo refleja como el primer requerimiento a la empresa propietaria del edificio para que realice obras de mantenimiento data de hace 23 años (1994) y que posteriormente, en 2009, con motivo de la obligación de que el inmueble pasase la Inspección Técnica de Edificios (ITE), se presentó un informe fijando las obras a realizar y su importe en 242.000 euros. Sin embargo, el informe técnico de Urbanismo constata que desde 1994 «no se han ejecutado otras obras que la de cubierta y fachada».

El edificio, en la calle Guillén de Castro, a la espalda del mercado de Atarazanas, tiene una antiguedad aproximada de 140 años. Tiene cuatro plantas, más un ático, si bien en la actualidad solo está ocupada la planta baja.

Tiene protección ambiental, según el plan especial del Centro, y cualquier posible actuación en el edificio necesita de la autorización de la Junta de Andalucía al formar parte del Conjunto Histórico Artístico Centro de Málaga y estar en el entorno del Bien de Interés Cultural Puertas de Atarazanas.