La huelga de los examinadores de Tráfico, iniciada hace cinco meses y que ha provocado la suspensión de casi 200.000 pruebas en España (más de 8.500 en el caso de Málaga) y un gran perjuicio económico a las autoescuelas, parece haber llegado a su fin, a la espera de que los Presupuestos Generales del Estado para 2018 incluyan el aumento en el complemento específico que reivindica este colectivo (250 euros mensuales brutos). Los examinadores anunciaron ayer en el Congreso su decisión de desconvocar los paros -que se venían manteniendo los lunes, martes y miércoles de cada semana- aunque advirtieron de que el final del conflicto «solo será definitivo» cuando el aumento solicitado quede reflejado en sus nóminas. Por ello, aseguraron que estarán «muy expectantes» ante los movimientos a todos los niveles tanto del Gobierno, administración pública y DGT durante los próximos días.

El presidente del sindicato de examinadores Asextra, Joaquín Jiménez, comunicó esta decisión tras reunirse con los grupos de la oposición en deferencia al acuerdo, suscrito el pasado 29 de noviembre, por el que todos ellos (PSOE, Ciudadanos, Podemos, PNV, ERC y PDeCAT) presentarán una enmienda a los PGE para que esta reivindicación económica (que supone cerca de tres millones de euros al año) quede recogida en las partidas para 2018.

«Ha sido la huelga más larga de la historia dentro de la administración, y me atrevería a decir que de cualquier sector, exactamente 65 días», afirmó Jiménez, que aseguró que con la huelga no quisieron perjudicar a las ciudadanos, aunque pidió disculpas por las molestias ocasionadas. Según recalcó, se trata de dar, «una vez más», un voto de confianza al Ejecutivo, pero avisó de que, de sentirse defraudados sabrán responder unidos y dejar constancia de su malestar a través de las acciones que estimen necesarias. El seguimiento de la huelga les ha supuesto perder en sus nóminas más de 4.000 euros como mínimo, según cuantificaron los examinadores.

En Málaga, el portavoz de Asextra, José Luis Conde, se mostró «contento con el acuerdo con los diferentes grupos políticos artífices de la desconvocatoria», y dijo que esperan ahora la respuesta de la DGT «para reconducir una relación necesaria».

Pérdidas en las autoescuelas

Por su parte, la Confederación Nacional de Autoescuelas Españolas (CNAE) afirmó que la desconvocatoria de huelga es un «cierre en falso», a falta aún de que los examinadores vean en sus nóminas reflejado el complemento retributivo que reclaman. «Afortunadamente, han desconvocado la huelga, que ya era hora, llevamos mucho tiempo con ella», aseguró el presidente de la patronal, José Miguel Báez. El sector de las autoescuelas afirma que el paro ha provocado el aplazamiento de más de 230.000 exámenes, 130.000 permisos sin expedir, cerca de millón y medio de horas de trabajo perdidas, actividad paralizada y pérdidas que ascienden a 110 millones de euros «Hay mucha parte del sector que no se va a recuperar. El daño es impresionante», dijo.

El presidente de la Asociación de Autoescuelas de Málaga, Antonio Martín, apuntó que los cinco meses de huelga han supuesto que se hayan dejado de realizar cerca de 15.000 pruebas en la provincia (los examinadores fijan la cifra oficial en 8.500) y lamentó el quebranto económico al sector. Según sus datos, en la provincia hay 290 autoescuelas y 1.200 trabajadores. Cada centro de la provincia ha perdido en esos meses, de media, alrededor de 15.000 euros y algunos se han visto abocados a parar de manera temporal. «Hay 15 autoescuelas en la provincia que han tenido que cerrar provisionalmente. Esperemos que ahora pueden retomar la actividad», apuntó.

Otra de las consecuencias de conflicto ha recaído en el empleo. «Durante este tiempo ha habido autoescuelas vacías y profesores cruzados de brazos. Se ha dado la baja a algunos trabajadores, pero ha sido a pocos, quizá un 10% de la plantilla total. Lo que sí ha habido de forma generalizada es reducción de jornada. El 80% de las autoescuelas han tenido que hacerlo», dijo.

La clave ahora es eliminar el atasco de alumnos pendientes de examinar y retomar la normalidad. Actualmente, la espera de un alumno para poder examinarse se mueve entre el mes y medio y los dos meses. Las autoescuelas creen que la situación podría estar desatascada para febrero o marzo, aunque todo dependerá de factores como las horas extra que puedan echar los examinadores (son 24 en Málaga). «Hay algunos que están de baja, y otros puedan coger ahora vacaciones. Nosotros queremos reunirnos con la DGT para saber los planes que tienen», afirmó Martín. En condiciones normales, un alumno que quiere examinarse lo hace en el plazo de una semana.