La decisión del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, con el respaldo de Ciudadanos, de apostar por dividir la actual Limasa en dos empresas distintas, una que será de control privado y otra de gestión pública, ha encontrado de manera inmediata el rechazo y la crítica tanto del comité de empresa, que la rechaza «frontalmente», como de los grupos de la oposición municipal de izquierdas, que la calificaron ayer de «lesiva», nefasta» y «perjudicial para la limpieza de la ciudad».

La decisión sobre el futuro de Limasa, calificada de «solución híbrida» por el alcalde, supondrá la creación de una empresa pública que asumirá el servicio de recogida y tratamiento, con una plantilla de unos 600 trabajadores. Su constitución está aún a la espera de la resolución de algunas dudas jurídicas y administrativas que deben solventarse, ya que su formación «es compleja», dijo el alcalde. A su vez, el servicio de limpieza viaria, el más costoso, y el que más quejas recibe de la ciudadanía pasará a ser gestionado por una empresa privada, la que se adjudique el concurso que deberá licitarse al efecto. Esto tardará al manos un año en efectuarse que es el tiempo necesario para la tramitación y resolución del concurso que se convoque. Contará con unos 900 trabajadores.

De Limasa quedarán también desgajados los servicios de limpieza de playas, de mercados y de polígonos , si bien está aún por decidir quien asumirá su gestión.

Ausencia de Raúl Jiménez

Dado que esta solución, tanto la pública como la privada, aún tardará meses en ponerse en marcha, la empresa deberá mantener la actual prórroga del contrato durante ese tiempo. El alcalde anunció que en las próximas semanas Limasa aprobará una operación económica de entre 5 ó 6 millones de euros para renovar por el sistema renting parte de la flota de vehículos de recogida y de baldeo, muy deteriorada, y tener así los recursos necesarios» para que la Limasa actual en prórroga funcione de la mejor manera posible», dijo De la Torre.

El alcalde estuvo escoltado por su concejal de Economía, Carlos Conde, y los concejales de Ciudadanos, Juan Cassá y Alejandro Carballo, mientras que llamó la atención la ausencia del edil de Medio Ambiente y responsable político de Limasa, Raúl Jiménez, el día en que se anunciaba, después de meses de espera, la decisión sobre el futuro de la empresa de limpieza.

De la Torre apenas aludió a las fuertes discrepancias habidas en el grupo municipal del PP, que en su mayoría se inclinaba por acordar un modelo privado para Limasa. El alcalde indicó que se ha optado por esta fórmula en la que todos se pueden sentir «cómodos».

Por su parte, Juan Cassá agradeció que el alcalde haya tomado una decisión «después de 16 años» y, «aunque no es la decisión que hubiera tomado Ciudadanos, nuestra filosofía es la de negociar, no ir a máximos». Para Cassá, «es muy positivo separar la recogida de residuos, el tratamiento, y por otro lado, la limpieza vial, y la recogida de las playas, polígonos y mercados».

El primero en reaccionar en contra de la decisión fue el comité de empresa, que expresó su «rechazo frontal» a la división de la plantilla. Su presidente, Manuel Belmonte, anunció, tras mantener una tensa reunión con el alcalde, una respuesta «contundente» para después de las navidades. «Es la peor decisión que podían tomar», señaló Belmonte, que advirtió de que «nos defenderemos a muerte», pues esta decisión «va en contra de miles de familias». No obstante, Belmonte aplazó la respuesta de los trabajadores para después de la Navidad. «Ahora nos reuniremos el comité, convocaremos asamblea y decidiremos. Nos vamos a defender».

El PSOE está «totalmente en contra de este modelo neoliberal de Ciudadanos y PP», explicó su portavoz municipal, Daniel Pérez, tras reunirse con miembros del comité de Limasa. El concejal recordó que los informes obtenidos a través de la comisión de investigación de Limasa destacan que la opción por la que se ha decantado el equipo de gobierno «es la más lesiva para los intereses de los malagueños y malagueñas, tanto logística como económicamente. Pero sobre todo no es una situación que vaya a arreglar la suciedad en la ciudad, ya que precarizará el servicio».

En IU Málaga para la Gente, la viceportavoz Remedios Ramos calificó de «auténtica barbaridad y locura» esta decisión salomónica. «¿Qué vamos a tener, dos directores gerentes, dos equipos directivos; trabajadores públicos y al servicio de la empresa privada»? Ramos recordó que el 60% del presupuesto de Limasa va destinado a la recogida de basura y tratamiento, mientras que la limpieza viaria sólo un 30%. «Vamos a regalar a la empresa privada lo menos costoso».

Málaga Ahora tachó de «nefasta» la solución para Limasa; «la peor que se podía tomar», dijo su portavoz, Ysabel Torralbo, pues «perjudica aún más el actual sistema de empresa mixta». La división rompe la «operatividad del servicio, que es un servicio esencial y debe ser único».