­El campus del futuro de la Universidad de Málaga ya no solo está en la cabeza de la institución académica, sino que poco a poco, y a pesar de las infinitas trabas burocráticas que se está encontrando en su camino, lo está diseñando y desarrollando. Psicología, el Pabellón de Gobierno, Turismo, las residencias de estudiantes... Son proyectos emblemáticos que están a la espera de poder ser una realidad y que, por una u otra razón, se han visto demorados. Ya se han superados los problemas económicos que atenazaban la acción del vicerrectorado, que en el próximo trienio tiene previsto invetir 105 millones de euros en Teatinos.

La vicerrectora de Smart-Campus, Raquel Barco, explica que las directrices prespuestarias aprobadas en el último Consejo de Gobierno prevén está inversión que, no obstante, «dependerá de la disponibilidad presupuestaria» y, por tanto, de que la Junta de Andalucía cumpla con la transferencia de fondo comprometidos en sus planes plurianuales.

Puesta por fin la primera piedra de Psicología, el cuarto de los edificios docentes, tras haber tenido que modificar el proyecto y superar mil y un trámites, incluso de Aviación Civil, la mente está puesta ya en el quinto: Turismo. Según Raquel Barco, en la actualidad se está reuniendo la mesa técnica para elegir al conjunto de arquitectos que se encargarán de hacer el proyecto y que tendrá asociado un pequeño hotel y restaurantes donde los alumnos puedan hacer prácticas con clientes y con los que la facultad podrá dotarse de de ingresos propios, «aunque el hotel probablemente no esté pegado a la facultad, sino que irá en la zona de la residencia universitaria, en la parte norte, frente al Rayo Verde», matiza la vicerrectora. Las obras, sin embargo, no comenzarán hasta 2019.

El Pabellón de Gobierno, por su parte, está un poco más avanzado. Ya se ha terminado el proyecto básico y el proyecto de ejecución y según los pronósticos de Raquel Barco, es posible que se pueda adjuciar la obra durante 2018, «e incluso puede que empiece». Éste será el primer paso para ir desalojando poco a poco El Ejido, tal y como establece el convenio firmado en su día con el Ayuntamiento a cambio de los terrenos de la ampliación, aunque para ello queda mucho «y no cabe más disponbibilidad presupuestaria en estos cuatro años».

En este tiempo sí que se va a poner solución a una demanda histórica: la falta de espacio en Filosofía y Letras. Esta facultad, de las primeras en Teatinos, necesita un «cambio profundo», según reconoce la vicerrectora. Por este motivo, la UMA invertirá casi 7 millones de euros para remodelar la facultad y ampliarla. «Principalmente hacen falta aulas», dice Barco, porque el edificio está masificado y los alumnos están obligados a hacer uso de los aularios, «porque en el centro no caben».

En la actualidad se encuentra en una fase aún muy embrionaria, pero ya se sabe lo que se va a hacer: en primer lugar , un nuevo módulo, que permitirá ganar 3.500 metros cuadrados, con aulas, laboratorio y salas de reuniones; y en segundo lugar, se ganarán otros 690 metros cuadrados en uno edificio que ya existe, en el que se ampliará la planta baja y se elevará una nueva. Además, se va a ampliar y reformar la cafetería.

Otro proyecto que está en el laboratorio del Vicerrectorado de Smart-Campus es un parque frutal y huertos urbanos que ya se está redactando y que estará situado en la calle Jiménez Fraud , en una parcela entre los edificios del SCAI y las escuelas de Informática y Telecomunicaciones. «Dentro de la línea estratégica, queremos crear un campus más amigable y sostenible, que sirva de lugar de encuentro para la comunidad universitaria y polo de atracción para los vecinos de la zona», señala Barco. Este proyecto incluye parcelas en alquiler para que puedan ser cultivadas, con el objetivo «fomentar la alimentación sostenible, en los que también se impartirán talleres y cursos asociados», explica la vicerrectora, convencida del éxito de esta iniciativa, «que está muy de moda y en Teatinos no hay». 650.000 euros tiene la UMA para hacer esta obra, que empezará a ejecturse también en 2018 para entrar en servicio en 2019.Parque lineal de tres kilómetros

La misma filosofía se impone en el parque lineal en el que ya trabaja el equipo formado por la UTE de Ecosistema Urbano Arquitectos y Cristina Armuña González, Gabriela Posadas Martínez y Sonia Tato Serrano. Este proyecto paisajístico, único, se acometerá por fases. Será un auténtico referente. Los arquitectos «están preparando el proyecto básico del tramo que se va a ejectuar en primer lugar, el que se sitúa entre las calles Jenofonte y Jiménez Fraud, obras que comenzarán a finales de 2018 tras adjudicarse el concurso el verano pasado.

Va a ser un gran parque lineal de tres kilómetros de largo, que cruzará el campus de punta a punta «de los más grandes de España y muy novedoso». «Un gran pulmón para toda esta zona de Málaga, que no solo quiere ser un parque para la Universidad, sino para atraer a toda la sociedad», precisa Raquel Barco. La inversión total supera los 21,6 millones de euros, pero el coste de la ejecución de la primera fase es de 7,1 millones de euros.

El plan consiste en crear «zonas verdes, plazas, lugares de reunión, parques infantiles, zonas de estudio al aire libre... Eso va a dotar de mucha vida a la zona de Teatinos. Es un proyecto emblemático para la Universidad, pero también un proyecto de ciudad. Nos va a dar además carácter distintivo», añade la vicerrectora.

Para ello, para hacer un campus agradable, sociable y tecnológico, alejado de la imagen semi desértica que ofrece en la actualidad, la Universidad también trabaja en las conocidas como islas verdes cercanas a cada uno de los centros docentes, concebidas como espacios donde poder compartir, estudiar en el exterior o simplemente reunirse. La principal novedad está en la forma en la que son concebidos, ya que no se diseñan desde el desde el vicerrectorado, sino que son los propios estudiantes y profesores los que participan en su proyección. «El año pasado se hizo un primer prototipo y se hicieron grupos de trabajo guiado spor profesores y participaron alumnos de Arquitectura, Ciencias e Ingeniería Industial». Durante 2018 se va a ejecutar la primera isla verde, junto a Ciencias de la Comunicación, y a esta le seguirán otras cuatro en Filosofía y Letras,la Biblioteca General, la residencia de estudiantes y Telecomunicaciones.