El campo malagueño ha vuelto a registrar este año cifras de facturación positivas aunque la bajada de producción que el olivar presenta de forma cíclica, unido al efecto de la sequía sobre este cultivo y al descenso de precios de productos comos los cítricos han impedido repetir las cifras récord alcanzadas el pasado 2016. El balance agrario de la provincia para 2017, presentado este martes por la asociación de agricultores Asaja Málaga, arroja así unas ventas por valor de 738,1 millones de euros, con un descenso del 10,8% sobre el año anterior.

El sector considera "aceptables" las cifras y no ve preocupante el descenso al venir después del mejor año que se recuerda aunque advierte de que las consecuencias de la sequía, con los pantanos a niveles mínimos, comienzan ya a dejarse notar y amenazan la producción de este próximo 2018. Por segmentos, la agricultura, con 628,1 millones de facturación, ha visto reducidas este año sus cifras un 12,8% respecto a 2016 mientras que la ganadería ha aumentado ligeramente las ventas un 2,6% para situarse con 110,6 millones.

El presidente de Asaja, Baldomero Bellido, ha recordado que el sector agrario ha resistido los años de crisis y ha apuntado que para mantener las explotaciones y el empleo es necesario garantizar los recursos hídricos, reclamando un Pacto Nacional por el Agua para paliar lo que considera un déficit estructural. "El agua genera empleo. Venimos ya de algunos años de sequía pero los pantanos todavía estaban llenos. Pedimos a las administraciones que desarrollen las infraestructuras pendientes. Lo pide toda la sociedad, no sólo para la agricultura sino también para el turismo y el abastecimiento de la población", ha demandado el presidente de Asaja ante la seca coyuntura actual y las mínimas reservas de los embalses de Málaga. El recrecimiento de la presa de La Concepción, en Marbella, es una de las reclamaciones históricas.

Los agricultores han apuntado que para 2018 la previsión para el olivar o los cereales es aceptable pero han alertado de que en los subtropicales o los cítricos todo dependerá de las lluvias, dado que el decreto de sequía que va a aprobar la Junta dejará a los cultivos "con riegos de subsistencia".

Otra incógnita a la que se enfrenta el campo en 2018 es la negociación en Europa de la nueva Política Agraria Común (PAC) para 2020, con el riesgo de que sea desventajosa para España si se permiten una mayor entrada de subtropicales, cítricos y carne de Sudamérica.

Bellido, ha comentado que el descenso de ventas en 2017 se debe a la menor producción registrada en el olivar, el cultivo mayoritario de la provincia con más de 130.000 hectáreas. Factores como la vecería (el descanso natural del olivar), la sequía y los golpes de calor que han sufrido los árboles en los momentos de floración explican que la producción de aceite ha bajado un 35%, quedándose en 2017 en 47.000 toneladas, y que las ventas hayan caído un 32%, para un total de 93 millones de euros. La producción de aceituna de mesa sí se ha movido en cifras similares a las de 2016, con casi 49.000 toneladas y 29,3 millones en ventas. "El precio del aceite en origen sigue a buen nivel, por encima de los tres euros el kilo, y del de la aceituna de mesa está en 0,6 euros", ha detallado.

Repecto a los cítricos, concentrados fundamentalmente en el Valle del Guadalhorce, la facturación ha sido de 65,5 millones de euros, una cifra que pese a descender casi un 30% sobre 2016 no indica una mala campaña, según Asaja. La diferencia más clara la marca el limón, que en 2016 alcanzó unos altísimos preciosde 0,90 euros el kilo y que este año se han moderado. "Seguimos en precios y facturación interesantes. Las naranjas mantienen sus cotizaciones y las clementinas se vieron afectadas por las inundaciones y exceso de humedad de diciembre de 2016, que afectaron a la venta de gran parte de la cosecha que se cayó por las lluvias", ha apuntado Bellido, acompañado del secretario general, Benjamín Faulí, y del técnico Carlos Carreira.

Los cultivos subtropicales, uno de los grandes tesoros de la agricultura malagueña, han generado una facturación de 145,08 millones de euros, muy similar al año anterior. "La campaña de aguacate se ha desarrollado sin problemas y con la velocidad de crucero que ya es característica del sector. La facturación ha alcanzado los 113,62 millones de euros y las 46.000 toneladas", ha informado Asaja. En cuanto al mango, por primera vez en muchos años se han dejado atrás los dientes de sierra característicos donde se alternaban subidas y bajadas de facturación, provocadas por diversas incidencias meteorológicas que afectaban al normal desarrollo de la floración y por lo tanto del volumen de producto. En 2017 se han alcanzado las 22.000 toneladas de producción a un precio muy similar al de 2016, con una facturación de 26,40 millones, un nuevo récord para este cultivo.

Los cultivos hortícolas y tubérculos han facturado 186,52 milloness, algo más que en 2016. Sube la facturación del calabacín, pepino, berenjena, tomate, zanahoria, judía verde y alcachofa y baja la de lechuga, sandía melón, coliflor, ajo, cebolla y patata. El tomate ha alcanzado el mejor nivel de facturación desde 2008, sobre todo por los buenos precios del producto.

El almendro, después de seis años de subidas en el precio y con incrementos muy importantes en los últimos dos años, ha visto como en 2017 el precio disminuía, por la recuperación de la producción en California y por "determinadas prácticas especulativas". "Aunque no podemos catalogar la situación como desastrosa, hay que estar vigilante a la evolución del mercado de la almendra en los próximos años", ha advertido Bellido. En cuanto a la castaña, la producción y comercialización de la Serranía de Ronda ha mantenido una línea estable. "Estamos muy atentos a las consecuencias de la implantación de la plaga de la avispilla del castaño en prácticamente todo el Valle del Genal", ha añadido. El viñedo, en general, sigue descendiendo su facturación, sobre todo con un descenso de la uva de pasificación en precio y en producción mientras que el sector del vino mantiene sus niveles habituales.

Otra nota positiva de 2017 viene de la ganadería, que al menos consigue detener su declive económico y crecer un 2,6% tras bajar un 13,4% en 2016. El porcino blanco, principal gama ganadera de la provincia, incrementa un 10% su facturación. La leche de cabra repite cifras, aunque son bajas, al igual que la carne de chivo, que sigue en cifras récord negativas de ventas.