«Yo tengo cuidado de no meter en el Parque del Norte a mi niña pequeña porque se me pierde, sobre todo un poco más arriba, ya que en cuanto los setos se pongan un poco más altos, y dentro de un mes crecerán, hasta gente un poco baja no la vemos», cuenta José del Castillo, presidente de la asociación de vecinos La Unidad, de Nueva Málaga.

El barrio peleó durante décadas por conseguir el embovedado del arroyo del Cuarto y una zona verde, pero la primera fase (hasta el campo de fútbol de La Unidad) pese a las mejoras de última hora tras las quejas de los vecinos al alcalde en 2002, no ha satisfecho a la asociación. «Esto es un laberinto», lamenta José del Castillo, mientras Mari Luz Guerrero, también de la asociación, comenta que por el parque «no se puede andar, no se puede pasear y hay zonas en las que no puedes seguir, tienes que dar marcha atrás, y es que todo el parque es así».

En relación con los setos, el presidente señala la paradoja de que haya alguna zona con grandes árboles, pero no se puede buscar la sombra bajo ellos «porque en 15, 20 metros no puedes entrar ya que hay setos».

Para los vecinos, el problema estriba en el exceso de parterres en alto, que se convierten en una sucesión de obstáculos para los peatones, con el agravante de la proliferación de setos, y todo ello en un parque estrecho y alargado, que sigue el antiguo cauce del arroyo. En todo caso, los vecinos no comparten que no se puedan plantar más árboles porque el arroyo esté embovedado: «He podido ver los planos y el cauce del arroyo coincide con la carretera, con la calle Juanita Reina», detalla José del Castillo.

El presidente vecinal compara esta primera fase del parque con la segunda, que realizó la Junta de Andalucía y que a su juicio, tiene un diseño mucho más pensado para los usuarios de una zona verde. «La parte alta es una maravilla, aunque no haya mucha sombra todavía y los árboles tengan que crecer», comenta.

La Unidad lleva varios años reclamando la eliminación de los arriates elevados, por eso anuncia que contactará con jardineros, paisajistas y con los propios vecinos para presentar una propuesta al Ayuntamiento.

La asociación de vecinos, por otra parte, aprueba el vallado del parque, que se llevará a cabo con 156.000 euros de los presupuestos municipales extras para los barrios. Lo que no respalda es el modelo elegido, porque lo consideran poco acorde con el parque. «Apoyamos el vallado pero pedimos que sea de mejor calidad», resume Miguel López, de la asociación de vecinos.

El Parque del Norte fue uno de los protagonistas la semana pasada de la comisión municipal de Medio Ambiente, al aprobar todos los grupos una moción de Ciudadanos que pedía toldos y pérgolas para crear más sombras, intensificar el mantenimiento de los jardines, reponer papeleras y estudiar medidas para calmar el tráfico entre el parque infantil y el colegio Altabaca. Pero para los vecinos, estas mejoras no bastan.